Dios mismo, el único VI

La santidad de Dios (III)

    ¿Cómo os sentís después de decir vuestras oraciones? (Muy entusiasmados y conmovidos.) Iniciemos nuestra enseñanza. ¿Qué tema tocamos la última vez? (La santidad de Dios.) ¿Y a qué aspecto de Dios mismo corresponde Su santidad? ¿A la esencia de Dios? (Sí.) ¿Cuál es, pues, exactamente el tema que tiene que ver con la esencia de Dios? ¿Es Su santidad? (Sí.) La santidad de Dios: es la esencia única de Dios. ¿Cuál fue el tema principal que comunicamos la última vez? (Discernir la maldad de Satanás.) ¿Y qué comunicamos la última vez respecto a la maldad de Satanás? ¿Podéis acordaros? (Cómo corrompe Satanás a la humanidad. Usa el conocimiento, la ciencia, la cultura tradicional, la superstición y las corrientes sociales para corrompernos.) Correcto, este fue el tema principal que analizamos la última vez. Satanás usa el conocimiento, la ciencia, la superstición, la cultura tradicional y las corrientes sociales para corromper al hombre; estas son sus formas de hacerlo. ¿Cuántos son en total? (Cinco.) ¿Cuáles son? (Ciencia, conocimiento, cultura tradicional, superstición y corrientes sociales.) ¿Cuáles creéis que Satanás usa más para corromper al hombre, qué cosa lo corrompe más profundamente? (La cultura tradicional.) Algunos hermanos y hermanas piensan que es la cultura tradicional. ¿Alguien más? (El conocimiento.) Parece ser que tenéis un alto nivel de conocimiento. ¿Otros? (El conocimiento.) Compartís la misma opinión. Los hermanos y hermanas que han respondido que es la cultura tradicional, ¿podéis explicarnos por qué lo creéis? ¿Tenéis algún entendimiento al respecto? ¿No queréis explicarlo? (Las filosofías de Satanás y las doctrinas de Confucio y Mencio están engranadas en lo profundo de nuestra mente; por tanto, sentimos que nos corrompen terriblemente.) Aquellos de vosotros que penséis que es el conocimiento, ¿podéis explicar por qué? Dadnos vuestras razones. (El conocimiento nunca puede dejar que adoremos a Dios. Niega la existencia de Dios y Su gobierno. Es decir, que nos dice que estudiemos desde una edad temprana y que sólo estudiando y obteniendo conocimiento aseguramos nuestro futuro y nuestro destino. De esta forma nos corrompe.) De modo que Satanás usa el conocimiento para controlar tu futuro y tu destino, y luego hace de ti lo que quiere; así es como piensas que Satanás corrompe más profundamente al hombre. Así que la mayoría de vosotros pensáis que Satanás usa el conocimiento para corromper más profundamente al hombre. ¿Alguna otra sugerencia? ¿Qué me dices de la ciencia o de las corrientes sociales, por ejemplo? ¿Alguien está de acuerdo con estas? (Sí.) Hoy volveré a enseñar sobre las cinco maneras en las que Satanás corrompe al hombre, y una vez que acabe, seguiré haciéndoos algunas preguntas para ver con exactitud qué aspecto corrompe más profundamente Satanás en el hombre. Entendéis este tema, ¿verdad?
    La corrupción de Satanás sobre el hombre se manifiesta principalmente en cinco aspectos; estos cinco aspectos son las cinco formas en que Satanás corrompe al hombre. La primera de las cinco que mencionamos es el conocimiento, de modo que tratémoslo primero como tema de enseñanza. Satanás usa el conocimiento como cebo. Escucha con atención: tan sólo es una clase de cebo. Se insta a las personas a “estudiar mucho y mejorar cada día” para que se armen de conocimiento, como si fuera un arma, y que más tarde lo usen para abrir la puerta de la ciencia; en otras palabras, cuanto más conocimiento obtengas, más comprenderás. Satanás les dice todo esto a las personas. Les indica que fomenten nobles ideales también, a la vez que aprenden conocimiento, y les dice que tengan ambiciones e ideales. Sin que se den cuenta, Satanás transmite muchos mensajes como este, haciendo que las personas sientan inconscientemente que esas cosas son correctas o beneficiosas. Sin saberlo, las personas recorren este tipo de camino, guiados por sus propios ideales y ambiciones. Paso a paso, los seres humanos aprenden sin notarlo del conocimiento que Satanás les da los pensamientos de la gente importante o famosa, y aceptan esas ideas. Aprenden, asimismo, una cosa tras otra de las acciones de algunos a los que consideran héroes. Tal vez conozcáis algo de lo que Satanás promueve para el hombre en los actos de estos héroes, o de lo que quiere inculcar en él. ¿Qué infunde Satanás en el hombre? El hombre debe ser patriota, tener integridad nacional y ser heroico. ¿Qué aprende el hombre de algunas narraciones históricas o de algunas biografías de personajes heroicos? Tener sentido de la lealtad personal o hacer cualquier cosa por un amigo o por un conocido. Dentro de este conocimiento de Satanás, el hombre aprende muchas cosas sin saberlo y muchas no positivas. En medio de la inconsciencia, Satanás planta en su mente inmadura las semillas que tiene preparadas para ellos. Estas semillas les hacen sentir que deberían ser personas importantes, ser famosos, héroes, patriotas, personas que aman a sus familias o que harían cualquier cosa por un amigo y que tienen sentido de la lealtad personal. Seducidos por Satanás, recorren sin saberlo el camino que él ha preparado para ellos. Al hacerlo, se ven obligados a aceptar las normas de vida de Satanás. Sin darse cuenta, e inconscientes por completo, desarrollan sus propias normas de vida, cuando no son más que las reglas que Satanás ha infundido con fuerza  en ellos. Durante el proceso de aprendizaje, Satanás hace que fomenten sus propios objetivos, determinen sus propios objetivos de vida, sus normas de vida y su dirección en ella, a la vez que inculca en ellos cosas satánicas, usando historias, biografías y todos los medios posibles para hacer que las personas muerdan el anzuelo poco a poco. De esta forma, las personas desarrollan sus propios hobbies y búsquedas durante el transcurso de su aprendizaje: unos llegan a amar la literatura, otros la economía, algunos la astronomía o la geografía. Y están aquellos a los que les acaba gustando la política, la física, la química y hasta la teología. Todas estas cosas forman parte del conocimiento y todos vosotros habéis entrado en contacto con ellas. En vuestro corazón, cada uno de vosotros sabe cómo funcionan estas cosas; cada uno ha tenido contacto con ellas antes. En cuanto a estas clases de conocimiento, todos podéis hablar sin cesar sobre una de ellas en concreto. Por tanto, queda clara la profundidad a la que este conocimiento ha penetrado en la mente del hombre, muestra la posición que ocupa en ella y el efecto tan profundo que tiene en el ser humano. Una vez que a alguien le gusta una faceta de conocimiento, cuando la persona se ha enamorado profundamente de una de ellas, desarrolla ideales sin saberlo: algunos quieren ser autores, escritores, hacer una carrera política, meterse en economía y convertirse en gente de negocios. Luego está un grupo de personas que quieren ser héroes, ser importantes o famosos. Independientemente del tipo de persona que alguien quiera ser, su objetivo consiste en tomar este método de aprender conocimiento y usarlo para sus propios fines, realizar sus propios deseos, sus propios ideales. No importa lo bien que suene —quieren lograr sus sueños, no vivir esta vida en vano o acometer una carrera—, fomentan estos nobles ideales y ambiciones, pero, básicamente, ¿para qué es todo esto? ¿Habéis pensado en esto antes? ¿Por qué quiere Satanás hacer esto? ¿Cuál es su propósito al inculcar estas cosas en el hombre? Vuestros corazones deben ser claros frente a esta pregunta.
    Ahora, hablemos sobre cómo usa Satanás el conocimiento para corromper al hombre. De lo que hemos hablado hasta ahora, ¿habéis empezado a reconocer los motivos siniestros de Satanás? (Un poco.) ¿Por qué usa Satanás el conocimiento para corromper al hombre? ¿Qué quiere hacerle al hombre mediante el conocimiento? ¿Dirigirle a seguir qué tipo de camino? (El de resistir a Dios.) Ciertamente es el de resistirse a Dios. Este es el efecto que puedes ver en las personas que aprenden el conocimiento y las consecuencias que ves después de este aprendizaje: la resistencia a Dios. ¿Cuáles son, pues, los motivos siniestros de Satanás? No lo tienes claro, ¿verdad? Durante el proceso en que el hombre aprende el conocimiento, Satanás empleará cualquier método para que las personas satisfagan sus propios deseos y realicen sus propios ideales. ¿Tienes claro el camino exacto por el que Satanás quiere conducirte? Dicho de un modo suave, las personas creen que no hay nada malo en aprender conocimiento, que es el curso natural. Creen que fomentar nobles ideales o tener ambiciones se denomina simplemente tener aspiraciones, y que esta debería ser la senda correcta que las personas sigan en la vida. Si estas pueden realizar sus propios ideales, tener éxito en una profesión en la vida, ¿no es más glorioso vivir de esa forma? No sólo honrar a los antepasados de esa forma, sino también dejar la propia marca en la historia, ¿no es una buena cosa? Esto es algo bueno y adecuado a los ojos de las personas mundanas. ¿Acaso Satanás, con sus motivos siniestros, no lleva sin embargo a las personas a este tipo de camino y después decide que ya está hecho? Ciertamente no. En realidad, independientemente de lo nobles que sean los ideales del hombre, de lo realistas que sean sus deseos o de lo adecuadas que puedan ser, todo lo que el hombre quiere lograr, todo lo que busca está inextricablemente vinculado a dos palabras. Ambas son de vital importancia para la vida de cada persona y son cosas que Satanás pretende infundir en el hombre. ¿Qué dos palabras son? Una es “fama” y la otra es “ganancia”: son fama y ganancia. Satanás usa un tipo de forma muy sutil, muy de acuerdo con las nociones de las personas; no es una clase de forma radical cualquiera. En medio de la inconsciencia, los seres humanos llegan a aceptar la forma de vivir de Satanás, sus normas de vida, y establecen metas y una dirección en la vida, y al actuar así, también llegan sin saberlo a tener ideales en la vida. Independientemente de lo altisonantes que estos ideales parezcan en la vida, sólo son un pretexto inextricablemente vinculado a la fama y la ganancia. Cualquier persona importante o famosa y, en realidad, todas las personas, todo lo que siguen en la vida sólo se relaciona con estas dos palabras: “fama” y “ganancia”. ¿Acaso no es así? (Sí.) Las personas piensan que una vez que han obtenido la fama y la ganancia, pueden sacar provecho de ellas para disfrutar de un alto estatus y de una gran riqueza, y disfrutar de la vida. Una vez que tienen fama y ganancia, pueden sacar partido de ellas en su búsqueda del placer y su disfrute sin escrúpulos de la carne. De buena gana, aunque sin saberlo, las personas toman su cuerpo, su mente, todo lo que tienen, su futuro y su destino y se los entregan a Satanás para obtener la fama y la ganancia que desean. Los seres humanos hacen esto sin un momento siquiera de vacilación, ignorando siempre la necesidad de recuperarlo todo. ¿Pueden las personas seguir teniendo algún control sobre sí mismas una vez que pasan del lado de Satanás, de esta forma, y se vuelven leales a él? Desde luego que no. Están total y completamente controlados por Satanás. También son incapaces de liberarse a sí mismos de un modo completo y total del cenagal en el que se han hundido. Una vez que alguien está atascado en la fama y la ganancia, dejan de buscar lo que es brillante, lo justo o esas cosas que son hermosas y buenas. Esto se debe a que el poder seductor que la fama y la ganancia tienen sobre las personas es demasiado grande, y se convierten en cosas que las personas persiguen durante toda su vida, y hasta por toda la eternidad sin final. ¿No es esto verdad? Algunos dirán que aprender conocimiento no es nada más que leer libros o aprender unas cuantas cosas que todavía no saben, diciendo que lo hacen para no quedarse atrasados en el tiempo o que el mundo no los deje atrás. Afirmarán que el conocimiento sólo se aprende para poder poner comida en la mesa, para su propio futuro o para las necesidades básicas. ¿Puedes decirme ahora si hay alguien que soporte una década de duro estudio sólo para las necesidades básicas, para resolver tan sólo la cuestión de la comida? (No, no lo hay.) ¡No hay nadie así! Entonces, ¿para qué sufrir estas dificultades y sufrir todos estos años? Es por la fama y la ganancia: la fama y la ganancia le esperan más adelante, lo llaman y él cree que sólo por su propia diligencia, sus dificultades y su lucha podrá seguir ese camino y, por este medio, lograr fama y ganancia. Debe sufrir estas dificultades por su propia senda futura, para su disfrute futuro y una vida mejor. ¿Podéis decirme qué es realmente ese supuesto conocimiento? ¿Acaso no son normas de vida y un camino a través de esta, lo que Satanás infunde en las personas y se lo enseña en el curso de su aprendizaje del conocimiento? ¿Acaso no son los elevados ideales de la vida que Satanás infunde en el hombre? Tomad, por ejemplo, las ideas de personas importantes, la integridad de los famosos o el valiente espíritu de personajes heroicos, o la caballerosidad y la amabilidad de los protagonistas y los espadachines de las novelas de artes marciales; estas ideas están influyendo en una generación tras otra, y las personas de cada una de ellas son llevadas a aceptarlas, a vivir por ellas y a perseguirlas de un modo incesante. Esta es la forma, el canal en que Satanás usa el conocimiento para corromper al hombre. Por tanto, después de que él condujera a las personas al camino de la fama y la ganancia, ¿sigue siendo posible que crean en Dios y lo adoren? (No, no lo es.) ¿Contienen el conocimiento y las reglas del vivir infundidos por Satanás en el hombre algún pensar de adoración a Dios? ¿Mantienen algún pensamiento que pertenezca a la verdad? (No, no lo hacen.) ¿Contienen alguna realidad de temer a Dios y evitar el mal? (No, no la contienen.) Parecéis hablar con una cierta falta de certeza, pero no importa. Buscad la verdad en todas las cosas y obtendréis las respuestas correctas; sólo con las contestaciones adecuadas podéis caminar después por la senda adecuada.
    Recapitulemos de nuevo brevemente: ¿qué usa Satanás para mantener al hombre acorralado y controlado? (La fama y la ganancia). De modo que Satanás usa fama y ganancia para controlar los pensamientos del hombre hasta que sólo puedan pensar en ellas. Por la fama y la ganancia luchan, sufren dificultades, soportan humillación, y sacrifican todo lo que tienen, y por obtener y mantener la fama y la ganancia harán cualquier juicio o decisión. De esta forma, Satanás ata al hombre con cadenas invisibles. Las personas las llevan en su cuerpo y no tienen la fuerza ni el valor de deshacerse de ellas. Por tanto, los seres humanos se mueven siempre hacia adelante con gran dificultad, cargando con esos grilletes sin saberlo. En aras de esta fama y ganancia, la humanidad se separa de Dios y le traiciona. Con cada generación que pasa, la humanidad se vuelve más y más perversa, más y más oscura; por tanto, de esta forma se destruye una generación tras otra en la fama y la ganancia de Satanás. Consideremos ahora las acciones de Satanás; ¿cuáles son, con exactitud, sus motivos siniestros? Ahora está claro, ¿verdad? ¿No es Satanás abominable? (¡Sí!) Tal vez hoy no podáis calar todavía sus motivos siniestros, porque pensáis que no hay vida sin fama y ganancia. Creéis que, si las personas dejan atrás la fama y la ganancia, ya no serán capaces de ver el camino que tienen por delante ni sus metas; su futuro se vuelve oscuro, tenue y sombrío. Sin embargo, poco a poco, todos reconoceréis un día que la fama y la ganancia son grilletes monstruosos que Satanás usa para atar al hombre. Hasta el día en que llegues a reconocer esto, resistirás por completo el control de Satanás y los grilletes que Satanás trae para atarte. Cuando llegue el momento en que desees deshacerte de todas las cosas que Satanás ha inculcado en ti, romperás definitivamente con Satanás y también detestarás verdaderamente todo lo que él te ha traído. Sólo entonces sentirás un verdadero amor y anhelo por Dios, y podrás caminar por el camino correcto de la vida en busca de la verdad.
    Acabamos de hablar sobre cómo usa Satanás el conocimiento para corromper al hombre, de modo que a continuación enseñaremos cómo usa él la ciencia para corromper al hombre. Primeramente, al usar la ciencia para corromper al hombre, Satanás usa el nombre de la ciencia para satisfacer la curiosidad humana, satisfacer su deseo[a] de explorar la ciencia y examinar los misterios. Satanás satisface, asimismo, en nombre de la ciencia, las necesidades materiales del hombre y su exigencia de elevar continuamente su calidad de vida. Por tanto, Satanás usa el camino de la ciencia, en este nombre, para corromper al hombre. ¿El pensamiento del hombre o su mente es lo único que Satanás corrompe usando el camino de la ciencia? Entre las personas, los eventos y las cosas de nuestro entorno que podemos ver y con los que entramos en contacto, ¿qué otras cosas corrompe Satanás mediante el uso de la ciencia? (El entorno natural.) Tenéis razón. Parece que se os ha dañado profundamente con esto, y que también estáis afectados por ello en lo más hondo. Aparte de usar la ciencia para engañar al hombre, usando los diversos descubrimientos y las conclusiones de esta, Satanás también se sirve de ella para llevar a cabo una destrucción y una explotación desenfrenada del entorno vital que Dios le concedió al ser humano. Lo realiza bajo el pretexto de que, si el hombre lleva a cabo una investigación científica, su entorno vital mejorará cada vez más, sus estándares de vida seguirán siendo mejores y, además, que ese desarrollo científico se realiza para atender las necesidades materiales diariamente en aumento y la necesidad continua de elevar su calidad de vida. Si no es por estas razones, entonces hay que preguntarse qué estás haciendo con desarrollar del todo la ciencia. Esta es la base teórica del desarrollo de la ciencia por parte de Satanás. ¿Qué consecuencias tiene, sin embargo, la ciencia para la humanidad? ¿En qué consiste nuestro entorno inmediato? ¿Acaso no ha sido contaminado el aire que respira la humanidad? ¿Sigue siendo verdaderamente pura el agua que bebemos? (No.) Y qué de la comida que comemos, ¿es natural en su mayoría? (No.) ¿Qué es, pues? Se cultiva con fertilizantes, modificación genética, y también se producen mutaciones mediante el uso de métodos científicos, de modo que hasta los vegetales y la fruta que consumimos ya no son naturales. No es fácil ahora que las personas encuentren productos alimenticios no modificados para comer. Ni los huevos saben ya como solían, ya que han sido procesados por la pretendida ciencia de Satanás. Contemplando la imagen panorámica, toda la atmósfera ha sido destruida y contaminada; los montes, los lagos, los bosques, los ríos, los océanos y todo, encima o debajo de la tierra, se ha estropeado con los supuestos logros científicos. En otras palabras, toda la ecología y el entorno vital concedidos por Dios a la humanidad, han sido contaminados y estropeados por la presunta ciencia. Aunque muchas personas han logrado lo que esperaban en términos de la calidad de vida que buscan, y han satisfecho sus deseos y su carne, el entorno en el que vive el hombre ha sido esencialmente destruido y arruinado por los diversos “logros” producidos por la ciencia. Ni fuera ni dentro de nuestra casa podemos ya tener derecho a respirar un soplo de aire fresco. Dime, ¿es este el pesar de la humanidad? ¿Queda para el hombre alguna alegría que mencionar para vivir en este espacio vital? El ser humano habita en él y, desde el principio mismo, fue creado por Dios para el hombre. El agua que las personas beben, el aire que respiran, la comida que comen, las plantas, los árboles y los océanos, fue todo un entorno vital concedido por Dios al hombre; es natural, opera según la ley natural establecida por Él. Si no hubiera ciencia, y las personas pudieran disfrutar de lo que le fue otorgado al hombre según el modo de Dios, habrían sido felices y habrían disfrutado de todo en su forma más original. Sin embargo, Satanás lo ha destruido y estropeado todo ahora; el espacio vital fundamental del hombre ya no está en su forma más primitiva. Pero nadie es capaz de reconocer qué causó este tipo de consecuencia o cómo se produjo esto; además, incluso más personas comprenden y abordan la ciencia usando las ideas que Satanás ha infundido en ellos, y la consideran con ojos terrenales. ¿No es esto más que odioso y lastimoso? Habiendo tomado Satanás ahora el espacio en el que existe la humanidad y su entorno vital, y habiéndolos corrompido hasta dejarlos en este estado, y con la humanidad que sigue desarrollándose de esta forma, ¿hay alguna necesidad de que la mano de Dios extinga en la tierra a esta humanidad tan profundamente corrompida y que se ha vuelto tan hostil a Él? ¿Hay alguna necesidad de que la mano de Dios destruya a la humanidad? (No.) Si la humanidad sigue desarrollándose de esta forma, ¿qué dirección tomará? (La perdición.) ¿Cómo se destruirá la humanidad? Además de la avariciosa búsqueda del hombre de la fama y la ganancia, continuamente llevan a cabo la exploración científica y la investigación en profundidad, luego satisfacen sin cesar sus propias necesidades y lujurias materiales; ¿cuáles son, pues, las consecuencias para el hombre? En primer lugar, ya no hay equilibrio ecológico y, estrechamente relacionado con esto, este tipo de entorno ha manchado y perjudicado el cuerpo humano: diversas enfermedades infecciosas, plagas y turbidez se extienden por todas partes. Es una situación sobre la que el hombre no tiene ahora control alguno, ¿no es cierto? Ahora que entendéis esto, si la humanidad no sigue a Dios, sino a Satanás, de esta forma —usando el conocimiento para enriquecerse continuamente, utilizando la ciencia para explorar sin cesar el futuro de la vida humana, sirviéndose de este tipo de método para seguir viviendo— ¿sois capaces de reconocer cuál será el final natural de la humanidad? ¿Cuál será el resultado final natural? (La perdición.) Será la perdición: el acercamiento a la perdición paso a paso. ¡Se acercará a la destrucción paso a paso! Se diría como que la ciencia es una especie de poción mágica o un veneno de acción lenta que Satanás ha preparado para el hombre, para que cuando intentéis discernir las cosas lo hagáis en medio de una neblina brumosa; no importa cuánto te empeñes en mirar, no puedes ver las cosas con claridad y, por mucho que lo intentes, no puedes entenderlo. Sin embargo, Satanás sigue usando el nombre de la ciencia para abrirte el apetito y hacer contigo lo que quiera, llevarte un paso tras otro hacia el abismo y hacia la muerte. ¿No es esto así? (Sí.) Esta es la segunda manera.
    La cuestión de cómo usa Satanás la cultura tradicional para corromper al hombre también necesita explicación. Existen muchas similitudes entre esta y la superstición, sólo ella tiene ciertas historias, alusiones y fuentes. Satanás ha fabricado e inventado muchas historias populares o historias en los libros de historia, dejándoles a las personas profundas impresiones de cultura tradicional o figuras supersticiosas. Toma, por ejemplo, Los ocho inmortales cruzan el mar; Viaje a occidente; El emperador de jade; Nezha vence al rey dragón, Investiduras de los dioses, todas ellas historias chinas. ¿No se han arraigado profundamente en la mente del hombre? Aunque algunos no conozcan todos los detalles, siguen conociendo las historias generales y es este contenido general lo que se te queda en el corazón y en la mente, y no puedes olvidarlo. Son cosas que Satanás estableció para el hombre hace mucho, habiendo diseminado en distintos momentos sus diversas ideas y las filosofías de la vida. Estas cosas perjudican directamente y erosionan el alma de los seres humanos y pone a estos bajo un hechizo tras otro. Es decir, que una vez que has aceptado que estas cosas que surgen de la cultura tradicional, de las historias o de la superstición que, una vez establecidas en tu mente, y pegadas en tu corazón, son como un hechizo: quedas enredado e influenciado por esas culturas, esas ideas e historias tradicionales. Influyen en tu vida, en tu perspectiva de la vida y en tu juicio de las cosas. Aún más, influyen en tu búsqueda de la senda verdadera de la vida: ¡esto es, de hecho, un hechizo! Lo intentas, pero no puedes sacudírtelas de encima; las cortas, pero no puedes derribarlas; las golpeas, pero no puedes derruirlas. ¿No es esto así? (Sí.) Además, después de que el hombre sea puesto bajo este tipo de hechizo, sin saberlo, del mismo modo empiezan a adorar a Satanás, a promover su imagen en sus corazones. En otras palabras, le erigen como su ídolo, un objeto de adoración y veneración, hasta el punto de tratarlo del mismo modo que a Dios. Inconscientemente, estas cosas están en el corazón de las personas, controlando sus palabras y sus hechos. Sin darte cuenta, reconoces la existencia de estas historias, convirtiéndolas en figuras reales y objetos reales existentes. De forma inconsciente, recibes estas ideas y la existencia de estas cosas en tu subconsciente. De este mismo modo también recibes a los diablos, a Satanás y los ídolos en tu casa y en tu propio corazón, ¡esto es ciertamente un hechizo! ¿Sentís lo mismo? (Sí.) ¿Hay alguien entre vosotros que haya quemado incienso y adorado a Buda? (Sí.) ¿Cuál fue, pues, el propósito de esto? (Orar por la paz.) ¿Es absurdo orar a Satanás para pedir la paz? ¿Acaso trae él paz? (No.) Pensando ahora en ello, ¿eráis ignorantes en ese tiempo? (Sí.) Ese tipo de manera es absurdo, ignorante e ingenuo, ¿no es así? Satanás no puede darte paz. ¿Por qué? Satanás sólo medita en cómo corromperte y no proporcionarte paz; sólo puede darte un respiro temporal. Sin embargo, debes tomar un voto y, si rompes tu promesa o quebrantas el voto que le has hecho, verás cómo te atormenta. Al obligarte a tomar un voto, en realidad quiere controlarte, ¿no es así? Cuando orasteis pidiendo paz, ¿la obtuvisteis? (No.) Vosotros no lograsteis la paz, sino al contrario, os trajo infortunio, desastres sin fin y toda una hueste de calamidades: ciertamente un océano ilimitado de amargura. La paz no está dentro del dominio de Satanás, y esta es la verdad. Esta es la consecuencia para la humanidad de la superstición feudal y la cultura tradicional.
    La cuestión de que Satanás se aproveche de las corrientes sociales para corromper al hombre también necesita una explicación específica. Estas corrientes incluyen muchas cosas. Algunos preguntan: “¿Tienen que ver con la ropa que vestimos? ¿Están relacionadas con las últimas modas, cosméticos, peinados y alimentos gourmet?”. ¿Son estas las cosas de las que trata? Estas son una parte de las tendencias, pero no deseamos hablar de esto ahora. Sólo deseamos hablar de las ideas que las corrientes sociales producen para las personas, la forma en que las hacen comportarse en el mundo, las metas y la perspectiva de la vida que ocasionan en los seres humanos. Son muy importantes; pueden controlar e influenciar el estado mental del hombre. Una tras otra, todas estas corrientes conllevan una mala influencia que degenera continuamente al hombre, que baja su moral y su calidad de integridad más y más, hasta el punto de que se puede incluso afirmar que la mayoría de las personas no tienen ahora integridad ni humanidad, ni conciencia, y mucho menos razón. ¿Cuáles son, pues, esas corrientes? No las puedes ver a simple vista. Cuando sopla el viento de una tendencia, tal vez sólo un pequeño número de personas se convertirán en iniciadoras de esta. Empiezan a hacer este tipo de cosas, aceptando este tipo de idea o este tipo de perspectiva. La mayoría de las personas, sin embargo, en medio de su inconsciencia seguirán estando continuamente infectadas, asimiladas y atraídas por esta clase de corriente, hasta que la aceptan sin darse cuenta y de forma involuntaria, y todos estén sumergidos en ella y sean controlados por ella. Y es que el hombre que no esté en plenas facultades físicas y mentales, que no sabe nunca cuál es la verdad, que no puede discernir la diferencia entre las cosas positivas y las negativas, estas clases de tendencias, una tras otra, lo hacen aceptar con facilidad dichas tendencias, el criterio y las filosofías de vida, así como los valores que proceden de Satanás. Aceptan lo que este les dice sobre cómo plantearse la vida y la forma de vivir que Satanás les “concede”. No tienen la fuerza ni la capacidad, y mucho menos la consciencia de resistirse. ¿Qué son, pues, realmente esas corrientes? He escogido un simple ejemplo para que podáis llegar a entender. Por ejemplo, en el pasado, las personas dirigían su negocio de un modo que no engañaba ni a viejos ni a jóvenes, y que vendían artículos al mismo precio, independientemente de quién comprara. ¿No se transmite aquí un indicio de conciencia y humanidad? Cuando las personas usaban esta clase de credo en la dirección de su negocio, ¿podemos afirmar que seguían teniendo alguna conciencia y humanidad en ese tiempo? (Sí.) Pero con la exigencia del hombre de niveles de dinero en aumento, sin darse cuenta, las personas llegaron a amar cada vez más el dinero, la ganancia y el placer. ¿Llegaron, pues, a considerar el dinero como lo más importante? Cuando las personas ven el dinero como más importante, inconscientemente descuidan su reputación, su renombre, su prestigio e integridad; desatienden todas estas cosas, ¿no es así? Cuando te metes en negocios, ves a otra persona que toma diferentes acercamientos y usando diversos medios para estafar a las personas y hacerse rico. Aunque el dinero ganado son ganancias deshonestas, cada vez son más y más ricos. Toda su familia se implica en el mismo negocio que tú, pero disfrutan de la vida más que tú y te sientes mal, y protestas: “¿Por qué no puedo yo hacer esto? ¿Por qué no puedo ganar tanto como ellos? Tengo que pensar en una forma de hacer más dinero, de que mi negocio prospere”. A continuación, meditas en esto. Según la forma habitual de hacer dinero, el no engañar ni al viejo ni al joven, y vender las cosas al mismo precio para todos, el dinero que consigues es en buena conciencia, pero no puede hacerte rico pronto. Sin embargo, bajo la urgencia de hacer beneficio, tu pensamiento experimenta una transformación gradual. Durante ella, tus principios de conducta también empiezan a cambiar. Cuando engañas o defraudas a alguien por primera vez, tienes tus reservas y dices: “Es la última vez que engaño a alguien y no volveré a hacerlo. No puedo engañar a las personas. ¡Sólo provocará venganza y traerá desastre sobre mí! Es la última vez que engaño a alguien y no volverá a repetirse”. Cuando engañas por primera vez a alguien, tu corazón siente algunos escrúpulos; esta es la función de la conciencia del hombre: tener escrúpulos y reprocharte, de manera que cuando obras así es algo que se siente poco natural. Sin embargo, después de haber tenido éxito engañando a alguien, ves que ahora tienes más dinero que antes y crees que este método puede resultarte muy beneficioso. A pesar del apagado dolor en tu corazón, todavía te apetece felicitarte por tu “éxito”, y te sientes un poco contento contigo mismo. Por primera vez apruebas tu propia conducta y tu propia decepción. Después, una vez que el hombre ha sido contaminado por este engaño, es lo mismo que aquel que se involucra en el juego y después se convierte en jugador. Sin darse cuenta, aprueba esta conducta engañosa y la acepta. Dentro de la inconsciencia, asume que el engaño es una conducta comercial legítima y el medio más útil para su supervivencia y su vida; piensa que actuando así puede hacerse rico enseguida. Al principio de este proceso, las personas no pueden aceptar este tipo de comportamiento, menosprecian esta conducta y esta forma de hacer las cosas, hasta que la prueban y experimentan con ella a su manera, de forma personal y de primera mano; y después, su corazón empieza a transformarse poco a poco. ¿Cuál es, pues, esta transformación? Es una aprobación y la admisión de esta corriente, una admisión y aprobación de este tipo de idea infundida en ti por la tendencia social. Sin saberlo, sientes que si no engañas en los negocios sufrirás pérdidas, habrás perdido algo. Inconscientemente, este engaño se convierte en tu alma misma, tu pilar y también en un tipo de comportamiento que es una norma indispensable para tu vida. Después de que el hombre haya aceptado esta conducta y este pensamiento, ¿pasa el corazón del hombre por un cambio? Tu corazón ha cambiado, ¿ha cambiado, pues, tu integridad también? ¿Ha cambiado tu humanidad? (Sí.) Entonces, ¿ha cambiado tu conciencia? (Sí.) La totalidad del hombre experimenta un cambio cualitativo, de su corazón a sus pensamientos, hasta tal extremo que son cambiados desde el interior. Este cambio te lleva cada vez más y más lejos de Dios y te conformas más y más a Satanás, y eres más y más similar a él.
    Ahora bien, esas corrientes sociales son fáciles de entender para ti. Sólo he escogido un simple ejemplo, uno que se ve de forma común y con el que las personas estarán familiarizadas. ¿Tienen esas tendencias sociales una gran influencia en los seres humanos? (¡Sí!) ¿Tienen un efecto profundamente perjudicial en ellos? (¡Sí!) Un efecto muy profundamente dañino en las personas. Satanás usa estas corrientes sociales una tras otra; ¿pero qué es lo que quiere corromper en el hombre? (La conciencia, la razón, la humanidad, la moral.) ¿Qué más? (Su opinión sobre la vida.) ¿Causan una degeneración gradual en las personas? (Sí.) Satanás usa estas tendencias sociales para atraer a las personas, paso a paso hasta entrar en un nido de diablos, para que aquellos que se enreden en las corrientes sociales aboguen, inconscientemente, por el dinero y los deseos materiales, así como por la maldad y la violencia. Una vez que estas cosas han entrado en el corazón del hombre ¿en qué se convierte este? ¡El hombre se convierte en el diablo Satanás! ¿A qué inclinación psicológica del corazón del hombre se debe esto? ¿Qué defiende el hombre? Empieza a gustarle la maldad y la violencia. No les gusta la belleza, la bondad, y mucho menos la paz. Las personas no están dispuestas a vivir la vida sencilla de la humanidad normal, sino que en su lugar desea disfrutar de un alto estatus y de una gran riqueza, gozar de los placeres de la carne, no escatimar esfuerzo alguno para satisfacerla, sin restricciones, sin lazos que los retengan; en otras palabras, hacer cualquier cosa que deseen. Por tanto, cuando el hombre está inmerso en estas clases de corrientes, ¿puede el conocimiento que has aprendido ayudarte a liberarte? ¿Pueden la cultura tradicional y las supersticiones que conoces ayudarte a desechar este nefasto dilema? ¿Pueden la moral y la ceremonia tradicionales que el hombre entiende ayudarle a ejercer control? Toma, por ejemplo, el Clásico de tres caracteres. ¿Puede ayudar a que las personas saquen sus pies de las arenas movedizas de[b] estas corrientes? (No, no puede.) De esta forma, ¿en qué se va convirtiendo cada vez más el hombre? Más y más malo, arrogante, condescendiente, egoísta y malicioso. Ya no hay afecto entre las personas ni amor entre los miembros de la familia, ni comprensión entre parientes y amigos; las relaciones humanas están llenas de engaño, de violencia. Cada persona quiere usar medios engañosos y métodos violentos para vivir en medio de sus congéneres; mienten, engañan y se vuelven violentos con el fin de asegurar sus propios medios de supervivencia; ganan sus posiciones y obtienen sus propios beneficios usando la violencia, y hacen todo lo que quieren usando medios violentos y malvados. ¿No es terrorífica esta humanidad? (Sí.) Después de escucharme hablar sobre estas cosas ahora mismo, ¿no pensáis que sea aterrador vivir en medio de este tipo de multitud, en este mundo y en este entorno que Satanás ha corrompido? (Sí.) ¿Habéis sentido alguna vez que sois patéticos? Ahora debéis sentirlo un poco. (Sí.) Al escuchar vuestro tono, parece como si estuvierais pensando, “Satanás usa tantos modos diferentes para corromper al hombre. Aprovecha cada oportunidad y está en todos los lugares a los que acudimos. ¿Puede el hombre ser salvo aún?” ¿Queda aún esperanza para la humanidad? ¿Puede el hombre salvarse a sí mismo? (No.) ¿Puede el Emperador de jade salvar al hombre? ¿Puede Confucio salvar al hombre? ¿Puede Guanyin Bodhisattva salvar al hombre? (No.) ¿Quién puede, pues, salvar al hombre? (Dios.) Algunas personas, sin embargo, suscitarán en su corazón preguntas como: “Satanás nos perjudica de un modo tan salvaje, tan frenético que no tenemos esperanza de vivir ni confianza en vivir. Todos vivimos en medio de la corrupción y cada persona se resiste a Dios de todos modos, de manera que nuestro corazón se ha quedado ya totalmente frío. Entonces, mientras Satanás está corrompiéndonos, ¿dónde está Dios? ¿Qué está haciendo Dios? ¡Haga Dios lo que haga por nosotros, nunca lo sentimos!”. Algunos sufren inevitablemente alguna pérdida, y se sienten de algún modo desalentados. Para vosotros, esta sensación, este sentimiento es muy profundo, porque todo lo que he estado diciendo ha hecho que las personas lleguen lentamente a entender, a sentir más y más que no tienen esperanza, que han sido abandonados por Dios. Pero no os preocupéis. Nuestro tema de enseñanza para hoy, “la maldad de Satanás”, no es nuestro tema real. Para hablar de la esencia de la santidad de Dios, sin embargo, debemos hablar primero sobre cómo corrompe Satanás al hombre y su maldad para dejar más claro en qué clase de condición está ahora la humanidad y exactamente hasta qué punto ha sido el hombre corrompido. Un objetivo de hablar sobre esto es permitir a las personas que conozcan el mal de Satanás, mientras que el otro es permitirles entender con mayor profundidad qué es la verdadera santidad. Vosotros entendéis ahora, ¿verdad?
    Estas cosas de las que acabo de hablar, ¿no son mucho más detalladas que la última vez? (Sí.) ¿Es, pues vuestro entendimiento un poco más profundo? (Sí.) Sé que muchos esperan ahora que Yo diga qué es con exactitud la santidad de Dios, pero cuando hablo de ella, primero hablaré de las obras de Dios. Todos deberéis escuchar con atención, y después os preguntaré qué es exactamente Su santidad. No os lo diré de un modo directo, sino que os dejaré averiguarlo, os daré espacio para ello. ¿Qué os parece este método? (Es bueno.) Escuchad, pues, con cuidado.
    Siempre que Satanás corrompe al hombre o se implica en un daño desenfrenado, Dios no está por ahí ocioso ni tampoco se echa a un lado, ni hace la vista gorda con aquellos que Él ha elegido. A Dios le queda muy claro todo lo que Satanás hace, y lo entiende perfectamente. Independientemente de lo que sea, de la corriente que provoque su acción, Dios sabe todo lo que él está intentando hacer y no abandona a Sus elegidos. En cambio, sin llamar la atención, en secreto, silenciosamente, Dios hace todo lo necesario. Cuando Él empieza a obrar en alguien, cuando ha escogido a alguien, no se lo proclama a nadie ni tampoco a Satanás, y mucho menos hace gestos grandilocuentes. Él hace lo necesario muy calladito y de forma muy natural. En primer lugar, selecciona una familia para ti; el tipo de antecedentes familiares, quiénes son tus padres, tus ancestros, todo esto ya fue decidido por Dios. En otras palabras, nada de esto fue impulso de las decisiones momentáneas que Él hizo, sino más bien una obra que se inició hace mucho. Una vez que Dios ha escogido una familia para ti, también elige la fecha en la que nacerás. Luego Dios te observa mientras naces, llorando, y llegas al mundo, contempla tu nacimiento, te ve cuando pronuncias tus primeras palabras, cuando tropiezas y das tus primeros pasos, aprendiendo a caminar. Primero das un paso, y después otro… ahora puedes correr, saltar, hablar, expresar tus sentimientos. Durante ese tiempo, a medida que el hombre crece, la mirada de Satanás está fijada en cada uno de ellos, como el tigre que observa detenidamente a su presa. Sin embargo, al hacer Su obra, Dios nunca ha sufrido ninguna de las limitaciones de las personas, sucesos o cosas, de espacio ni de tiempo; hace lo que debería y lo que debe. En el proceso de maduración, tal vez te encuentres con muchas cosas que no te gustan, enfermedades y frustraciones. Sin embargo, al caminar por este camino, tu vida y tu futuro están estrictamente bajo el cuidado de Dios. Él te proporciona una garantía genuina que te durará toda la vida, Él está justo a tu lado, protegiéndote y cuidándote. Tú, sin saberlo, vas creciendo. Empiezas a entrar en contacto con las cosas nuevas y empiezas a conocer este mundo y a esta humanidad. Todo es fresco y nuevo para ti. Te gusta hacer tus cosas y aquello que te parece bien. Vives en tu propia humanidad, en tu propio espacio vital y no tienes ni la más mínima percepción sobre la existencia de Dios. Sin embargo, Él te observa en cada paso del camino mientras maduras, y te observa en cada zancada que das hacia adelante. Incluso cuando estás aprendiendo conocimiento o estudiando la ciencia, Dios no se ha apartado de tu lado ni un solo paso. En esto eres exactamente igual a otras personas, en el transcurso de conocer y entrar en contacto con el mundo, has establecido tus propios ideales, tienes tus propios hobbies, tus propios intereses y albergas nobles ambiciones. Con frecuencia meditas en tu propio futuro, maquinando a menudo el bosquejo de cómo debería verse tu futuro. Pero, independientemente de lo que suceda a lo largo del camino, Dios lo ve todo con ojos claros. Tal vez tú mismo hayas olvidado tu propio pasado, pero para Dios, no hay quien pueda entenderte mejor que Él. Vives bajo los ojos de Dios, creciendo, madurando. Durante este periodo, la tarea más importante de Dios es algo que nadie puede percibir jamás, algo que nadie sabe. Ciertamente, Dios no se lo cuenta a la gente. Por tanto, ¿qué es esto tan crucial? ¿Lo sabéis? (Llevar a las personas delante de Él.) ¿Qué hace, pues, Dios para llevar a las personas delante de Él? ¿En qué momento lleva Él a las personas delante de Él? ¿Lo sabéis? ¿Es esta la principal tarea de Dios? ¿Es esto lo más importante que Dios hace? Se puede afirmar que es una garantía de que Dios salvará a la persona. Esto significa que Dios quiere salvarla, así que debe hacerlo y esta tarea es vitalmente importante tanto para el hombre como para Dios. ¿Sabéis esto? Parecería que no tuvierais ningún sentimiento al respecto ni ningún concepto de ello, así que os lo diré. Desde el momento en que naciste, hasta ahora, Dios ha llevado a cabo mucha obra en ti, pero no te lo dijo cada vez que hizo algo. No debías saberlo, por tanto, no se te dijo, ¿comprendes? (Sí.) Para el hombre, todo lo que Él hace es importante. Para Dios, es algo que debe hacer. Pero en Su corazón hay algo importante que necesita hacer y que sobrepasa por mucho a cualquiera de estas cosas. ¿Qué es esto? Pues es que, desde el momento en que nació hasta ahora, Dios debe garantizar la seguridad de cada uno de ellos. Vosotros podéis sentiros como si no entendierais por completo, diciendo “¿Es esta seguridad tan importante?”. ¿Cuál es, pues, el significado literal de “seguridad”? Tal vez entendáis que significa paz o que nunca experimentaréis desastre o calamidad, que viviréis bien, que llevaréis una vida normal. Pero en vuestro corazón debéis saber que no es tan simple. ¿Qué es esto de lo que os he estado hablando, que Dios tiene que hacer? ¿Qué significa para Dios? ¿Es realmente una garantía de vuestra seguridad? ¿Como ahora mismo? No. Entonces, ¿qué es esto que Dios hace? Esta seguridad significa no ser devorado por Satanás. ¿Es esto importante? No eres devorado por Satanás, ¿concierte, pues, esto a tu seguridad o no? Esto tiene que ver con tu seguridad personal, y no puede haber nada más importante. Una vez que has sido devorado por Satanás, ni tu alma ni tu carne le pertenece ya a Dios. Él ya no te salvará. Abandonará a este tipo de almas y a personas así. Por tanto, afirmo que lo más importante que Dios tiene que hacer es garantizar tu seguridad y que no serás devorado por Satanás. Esto es muy importante, ¿no es así? ¿Por qué no podéis, pues, responder? ¡Parecería que no podéis sentir la gran bondad de Dios!
    Dios hace mucho más aparte de garantizar la seguridad de las personas, garantizando que no serán devorados por Satanás; asimismo, realizar mucho trabajo de preparación para escoger a alguien y salvarle. En primer lugar, qué tipo de carácter tienes, en qué clase de familia nacerás, quiénes serán tus padres, cuántos hermanos y hermanas tendrás, cuáles serán la situación y el estatus económico de tu familia, cuáles son sus condiciones, Dios ha dispuesto minuciosamente todo esto para ti. ¿Sabéis en qué tipo de familia nacen en su mayoría los elegidos de Dios, en lo que respecta a la mayoría de la gente? ¿Son familias prominentes? Quizás algunas lo sean. No podemos afirmar con seguridad que no haya ninguna así, pero son muy pocas. ¿Son estas familias de excepcional riqueza como los billonarios o los multimillonarios? Casi nunca son esta clase de familia. Entonces, ¿qué clase de familia dispone Dios la mayoría de las veces para las personas? (Familias corrientes.) ¿Y qué familias son estas? En su mayoría son familias de obreros y agricultores. Los trabajadores confían en su salario para vivir y pueden permitirse las necesidades básicas. No permitirán que te marches hambriento en ningún caso, pero no puedes esperar que suplan todas tus necesidades materiales. Los agricultores cuentan con plantar cosechas para alimentarse, tienen grano para comer y, pase lo que pase, no te irás con hambre, pero no puedes tener ropa muy bonita. Y también hay algunas familias que están metidas en negocios o que dirigen pequeños comercios, y algunas en las que los padres son intelectuales y, estas también pueden ser contadas como familias ordinarias. Además, hay algunos padres que son trabajadores de oficina u oficiales menores del gobierno como mucho, que tampoco pueden contarse como familias destacadas. La mayoría de las personas han nacido en familias corrientes, y todo esto lo ha dispuesto Dios. Con esto quiero decir que, lo primero de todo, este entorno en el que vives no es la familia de medios sustanciales que tú imaginas, sino más bien la familia que Dios ha decidido para ti, y la mayoría de las personas vivirán dentro de los límites de este tipo de familia; no explicaremos aquí las excepciones. ¿Qué hay, pues, del estatus social? Las condiciones económicas de la mayoría de los padres son promedias y no poseen un alto estatus social, para ellos, basta con tener un trabajo. ¿Son alguno de ellos gobernadores? ¿Presidentes? (No.) Como mucho, son personas como directores de pequeños negocios o jefes de poca monta, todos con un estatus social mediano, todos viviendo con unas condiciones económicas promedias. Otro factor es el entorno de la vida familiar. Primero que nada, no hay padres que pudieran tener una clara influencia sobre sus hijos con respecto a caminar por la senda de la adivinación y de los videntes; estos también son muy pocos. La mayoría de los progenitores son bastante normales y son similares a vosotros. Dios establece este tipo de entorno para las personas en el mismo momento de escogerlas, y es grandemente beneficioso para Su obra de salvar a las personas. Desde afuera, parece que Dios no haya hecho nada trascendental para el hombre; lo hace todo en secreto, con humildad y en silencio. Sin embargo, en realidad, todo lo que Dios hace tiene como objetivo echar el fundamento para tu salvación, para preparar el camino que tienes por delante y adecuar todas las condiciones necesarias para tu salvación. Enseguida, en el momento especificado para cada persona, Dios los lleva de nuevo ante Él; cuando llegue la hora para que oigas Su voz, ese es el momento de venir delante de Él. Cuando esto ocurre, algunos ya se han convertido en padres mientras que otros son tan sólo hijos de alguien. En otras palabras, algunas personas se han casado y han tenido hijos, mientras que otros siguen solteros sin haber iniciado todavía su propia familia. Pero independientemente de las situaciones personales, Dios siempre ha establecido los momentos en que serás escogido y cuándo te alcanzarán Su evangelio y Sus palabras. Dios ha dispuesto las circunstancias, ha decidido respecto a cierta persona o contexto a través del cual se te transmitirá el evangelio, para que puedas escuchar Sus palabras. Él ya ha preparado para ti todas las condiciones necesarias para que, sin saberlo, vengas delante de Él y regreses a Su familia. Sin percatarte de ello, también sigues a Dios y entras en Su obra que se realiza paso a paso, ingresando en la forma de obrar que Él ha preparado para ti y que se desarrolla dando un paso tras otro. Lo minimísimo de todo lo que Dios hace y le da al hombre en ese momento es, principalmente, el cuidado y la protección de los que el hombre disfruta, y esto es ciertamente real. ¿Qué tipos de maneras usa, pues, Dios? Él presenta a diversas personas, eventos y cosas para que el hombre pueda ver Su existencia y Sus hechos en medio de ellos. Por ejemplo, algunos creen en Dios, porque alguien está enfermo en su familia y dicen: “En mi familia hay alguien enfermo, ¿qué puedo hacer?”. Unos les dirán: “¡Cree en Jesús!”. Y ellos empiezan a creer en Dios, y esta creencia se ha producido a causa de la situación. ¿Quién la dispuso? (Dios.) Por medio de esta circunstancia, acuden a Dios. Hay algunas familias así, en las que todos son creyentes, jóvenes y ancianos, mientras que en otras la fe es algo individual. Y tú me preguntarás ¿qué obtiene el creyente de Dios? Al parecer, la enfermedad es algo que ocurre, pero en realidad es una condición que Dios permite para que él venga ante Él; esta es la bondad de Dios. Por ser dura la vida familiar de algunas personas y por no poder hallar paz, se produce una oportunidad casual en la que alguien transmitirá el evangelio y le dirá: “Tu familia lo tiene difícil. Crees en Jesús. Crees en Él y tendrás paz”. Inconscientemente, esta persona llega a creer en Dios bajo circunstancias muy naturales; ¿no es esto, pues, un tipo de condición? (Sí.) Y el que su familia no esté en paz, ¿no es una gracia que le ha sido concedida a él por Dios? (Sí.) Entonces hay algunos que creerán en Dios por otras razones; no obstante, no importa qué razón te haga creer en Él, en realidad ha sido Él quien lo ha dispuesto y guiado todo, sin lugar a dudas.
    Al principio, Dios utilizó diversos medios para escogerte y llevarte a Su familia. Esto es lo primero que hace y es una gracia que le concede a todas y cada una de las personas. Ahora bien, con la obra de Dios en los últimos días, Él ya no sólo otorga gracia y bendiciones al hombre como lo hizo en el principio, y tampoco persuade a las personas para que sigan adelante; esto se debe al fundamento de la obra en la Era de Gracia. Durante la obra de estos últimos días, ¿qué ha visto el hombre de todos los aspectos de la obra de Dios que han experimentado? No sólo han contemplado el amor de Dios, sino también Su juicio y Su castigo. En ese momento, Dios, además, provee, respalda, esclarece y guía al hombre, para que poco a poco lleguen a conocer Sus intenciones, las palabras que pronuncia y la verdad que Él confiere al hombre. Cuando el hombre es débil, cuando los seres humanos están desanimados y no tienen dónde acudir, Dios usará Sus palabras para consolarlos, aconsejarlos y alentarlos, de manera que el hombre de pequeña estatura pueda encontrar su fuerza progresivamente, levantarse en positividad y estar dispuesto a colaborar con Dios. Sin embargo, cuando el hombre le desobedece o se resiste a Él, o cuando revela su propia corrupción y se opone a Él, Dios no mostrará misericordia alguna al castigarlo y disciplinarlo. No obstante, Dios mostrará tolerancia y paciencia hacia la necedad, la ignorancia, la debilidad y la inmadurez del hombre. De esta forma, a través de toda la obra que Dios hace por el hombre, este madura y crece poco a poco, y llega a conocer las intenciones de Dios, a conocer alguna verdad, a saber cuáles son las cosas positivas y cuáles las negativas, a saber qué es el mal y la oscuridad. Dios no siempre castiga y disciplina al ser humano ni tampoco muestra siempre tolerancia y paciencia. Más bien provee para cada persona de formas distintas, en sus etapas diferentes, y según su estatura y su calibre diferentes. Hace muchas cosas por el hombre y a un precio elevado; el hombre no percibe nada de este costo ni de las cosas que Dios hace, aunque todo lo que Él lleva a cabo se realiza de hecho en cada persona individual. El amor divino es real: por medio de la gracia de Dios, el hombre evita un desastre tras otro; sin embargo, hacia las debilidades del hombre Él muestra Su tolerancia una vez tras otra. El juicio y el castigo divino permiten que las personas lleguen a conocer gradualmente la corrupción de la humanidad y su esencia satánica corrupta. Lo que Dios provee, Su esclarecimiento y Su guía del hombre, todo permite que el ser humano conozca más y más la esencia de la verdad y que sepa cada vez más lo que el hombre necesita, qué camino deberían tomar, para qué deberían vivir, el valor y el significado de su vida y cómo recorrer la senda que tienen por delante. Todas estas cosas que Dios hace son inseparables de Su único propósito original. ¿Cuál es, pues, este propósito? ¿Lo sabéis? ¿Por qué usa Dios estas formas de llevar a cabo Su obra sobre el hombre? ¿Qué resultado quiere Él lograr? En otras palabras, ¿qué quiere Él ver en el ser humano y conseguir de él? Lo que Dios quiere ver es que el corazón del hombre pueda revivir. En otras palabras, esos caminos que Él usa para obrar sobre el ser humano son para despertar de forma continua el corazón del hombre, su espíritu, haciéndole saber de dónde viene, quién lo está guiando, respaldando, proveyendo para él y quién ha permitido que viva hasta ahora; para dejar que el hombre sepa quién es el Creador, a quién deberían adorar, por qué tipo de senda deberían caminar y de qué manera deberían venir delante de Dios; son usados para revivir poco a poco el corazón del hombre para que este conozca el corazón de Dios, lo entienda y comprenda el gran cuidado y pensamiento que hay detrás de Su obra para salvarle. Cuando el corazón del hombre ha revivido, ya no desea vivir la vida de un carácter degenerado y corrupto, sino que quiere buscar la verdad en la satisfacción de Dios. Cuando el corazón del hombre ha despertado, entonces es capaz de llevar a cabo una ruptura limpia con Satanás, para no ser ya más perjudicado por este ni controlado, ni engañado. En su lugar, el hombre puede colaborar en la obra de Dios y en Sus palabras de un modo positivo para satisfacer el corazón de Dios, consiguiendo así temerle a Dios y apartarse del mal. Este es el propósito original de Su obra.
    Hablar sobre la maldad de Satanás justo ahora ha hecho que todos sientan como si las personas vivieran tan infelices y que la vida del hombre está acosada por el infortunio. ¿Pero cómo os sentís ahora que he hablado sobre la santidad de Dios y la obra que Él realiza en el hombre? (Muy felices.) Podemos ver ahora que todo lo que Dios hace, todo lo que Él dispone con minuciosidad para el ser humano es inmaculado. Todo lo que Dios hace es sin error, y esto significa que es impecable, que no necesita que nadie le corrija, le aconseje ni realice cambio alguno. Todo lo que Dios hace por cada individuo supera cualquier duda; Él conduce a todos de la mano, te cuida en cada momento y jamás ha abandonado tu lado. A medida que las personas crecen en este tipo de entorno y con esta clase de antecedentes, ¿podríamos decir que, en realidad, los seres humanos crecen en la palma de la mano de Dios? (Sí.) Bueno, ¿seguís sintiendo aún una sensación de pérdida? (No.) ¿Se siente alguien abatido? (No.) ¿Siente alguien, pues, que Dios ha abandonado a la humanidad? (No.) ¿Qué ha hecho Dios entonces? (Él protege a la humanidad.) El gran pensamiento y cuidado detrás de todo lo que Dios hace está más allá de todo cuestionamiento. Y, lo que es más, mientras Dios lleva a cabo esta obra, Él nunca ha puesto condición ni requerimiento alguno a cualquiera de vosotros para que sepáis el precio que Él paga por vosotros; por tanto, sentíos profundamente agradecidos a Él. ¿Ha hecho Dios algo parecido antes? (No.) A lo largo de vuestra larga vida, básicamente todo individuo se ha encontrado con muchas situaciones peligrosas y ha pasado por muchas tentaciones. Esto se debe a que Satanás está justo a tu lado, con los ojos fijos en ti constantemente. Le encanta cuando el desastre te golpea, cuando las calamidades caen sobre ti, cuando nada va bien para ti y cuando estás atrapado en su red. En cuanto a Dios, te está protegiendo constantemente, evitándote una desdicha tras otra y un desastre tras otro. Por esto afirmo que todo lo que el hombre tiene —paz, gozo, bendiciones y seguridad personal— está, en realidad, bajo el control de Dios y Él guía y decide la vida y el destino de cada individuo. ¿Pero tiene Dios una noción inflada de Su posición, como dicen muchos? ¿Diciéndote que “Yo soy el mayor de todos, soy Yo quien me ocupo de vosotros, y todos vosotros tenéis que suplicarme misericordia; la desobediencia se castigará con la muerte”? ¿Ha amenazado Dios alguna vez así a la humanidad? (No.) ¿Ha afirmado alguna vez, “La humanidad está corrompida y por ello no importa cómo la trate ni el trato arbitrario que le proporcione; no necesito arreglar las cosas lindamente para ellos”? ¿Piensa Dios así? (No.) ¿Ha actuado Dios de este modo? (No.) Por el contrario, el trato que Dios da a todas y cada una de las personas es sincero y responsable, más responsable incluso de lo que tú eres contigo mismo. ¿No es esto así? Dios no habla inútilmente ni está en lo alto, dándose aires ni tampoco se conforma con engañar la gente. En vez de ello, Él está haciendo con sinceridad y en silencio las cosas que Él mismo necesita realizar. Esas cosas producen bendiciones, paz y gozo al hombre; lo conducen de un modo apacible y feliz ante la vista de Dios y a Su familia, y le proporcionan la razón, el pensamiento, el juicio y la estructura de mente correctos y necesarios para presentarse delante de Dios y recibir Su salvación. ¿Ha sido, pues, Dios un hipócrita con el hombre en Su obra? (No.) ¿Ha mostrado Él alguna vez bondad falsa, aplacando al hombre con unos cuantos cumplidos, y después le ha vuelto la espalda? (No.) ¿Ha afirmado Dios alguna vez una cosa y después ha hecho otra? (No.) ¿Ha hecho Dios alguna vez promesas vacías y se ha jactado, diciéndote que puede hacer esto para ti o ayudar a hacer esto otro para ti, y después desaparece? (No.) En Dios no hay astucia ni falsedad. Él es fiel y todo lo que hace es verdadero y real. Él es el único con el que las personas pueden contar y a quien pueden confiar su vida y todo lo que tienen. Como no hay picardía en Él, ¿podríamos afirmar que Dios es el más sincero? (Sí.) Por supuesto que sí, ¿verdad? Aunque, hablando ahora de esta palabra, cuando se aplica a Dios resulta demasiado débil, demasiado humanizado, no hay nada que podamos hacer al respecto ya que estos son los límites del lenguaje humano. Es ligeramente inadecuado definir a Dios aquí como sincero, sin embargo, usaremos esta palabra por el momento. Dios es fiel y sincero, ¿verdad? (Sí.) Entonces, ¿qué queremos decir cuando hablamos de estos aspectos? ¿Acaso nos estamos refiriendo a las diferencias entre Dios y el hombre y a las discrepancias entre Dios y Satanás? Podemos afirmarlo, porque el hombre no puede ver rastro alguno del carácter corrupto de Satanás en Dios. ¿Estoy en lo cierto cuando digo esto? ¿Alguien me puede dar un Amén por esto? (¡Amén!) No vemos ninguna maldad de Satanás revelada en Dios. Todo lo que Él hace y revela es totalmente beneficioso y útil para el hombre y se hace totalmente para proveer al hombre, está lleno de vida y le proporciona una senda que seguir y una dirección que tomar. Dios no es corrupto y, además, considerando ahora todo lo que Él hace, ¿podemos afirmar que Dios es santo? (Sí.) Como Dios no tiene nada de la corrupción de la humanidad y ni por asomo cuenta con algo que se le parezca al carácter corrupto de los hombres ni a la esencia de Satanás, desde este punto de vista podemos declarar que Él es santo. Dios no revela corrupción alguna, y la revelación de Su propia esencia en Su obra es toda la confirmación que necesitamos de que Dios mismo es santo. ¿Lo veis ahora? Con esto quiero decir que, por ahora, conocer la esencia santa de Dios nos permite considerar estos dos aspectos: 1) No hay carácter corrupto en Dios; 2) la esencia de la obra de Dios en el hombre le permite a este ver la propia esencia de Dios, y esta es enteramente positiva y real a la vez. Porque, ¿cuáles son las cosas que cada manera de Dios obrar trae al hombre? Todas son cosas positivas, son amor, verdad y realidad. En primer lugar, Dios le exige al hombre que sea honesto; ¿no es esto positivo? Dios le da sabiduría al hombre; ¿no es esto positivo? Dios capacita al hombre para discernir entre el bien y el mal; ¿no es esto positivo? Permite que el hombre entienda el significado y el valor de la vida humana; ¿no es esto positivo? Le permite al hombre ver a través de la esencia de las personas, de los eventos y de las cosas de acuerdo con la verdad; ¿no es esto positivo? (Sí.) Y el resultado de todo esto es que el hombre deja de ser engañado, dañado o controlado por Satanás. En otras palabras, permiten que las personas se liberen por completo de la corrupción de Satanás y que, por tanto, caminen poco a poco por la senda del temor de Dios y de apartarse del mal. ¿Hasta dónde habéis llegado ya por esta senda? Resulta difícil de decir, ¿verdad? Sin embargo, como mínimo, ¿poseéis ahora un entendimiento inicial de cómo corrompe Satanás al hombre, qué cosas son malas y cuáles son negativas? (Sí.) Con esta primera comprensión, al menos estáis ahora caminando por el camino correcto, habéis empezado a conocer la verdad, a ver la luz de la vida y, por tanto, vuestra fe en Dios es mayor.
    Ahora terminaremos hablando sobre la santidad de Dios, por tanto, ¿quién de entre vosotros, de todo lo que habéis oído y recibido, puede decir qué es la santidad de Dios? ¿A qué se refiere la santidad de Dios de la que hablo? Pensad por un segundo. ¿Qué es la santidad de Dios? ¿Es la veracidad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es la fidelidad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es la generosidad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es la humildad de Dios Su santidad? (Sí.) ¿Es el amor de Dios por el hombre Su santidad? (Sí.) Dios le concede al hombre, gratuitamente, verdad y vida; ¿es esta Su santidad? (Sí.) Todo esto que Dios revela es único; no existe en la humanidad corrupta ni se puede ver allí. Ni durante el proceso de la corrupción del hombre por parte de Satanás ni en el carácter corrupto de Satanás, ni en su esencia o en su naturaleza se puede ver el menor rastro de ello. Por tanto, todo lo que Dios es y tiene es único y sólo Él mismo posee y cuenta con ese tipo de esencia. Como hasta ahora hemos venido explicando esto, ¿alguno de vosotros ha visto a alguien así de santo en la humanidad? (No.) ¿Hay alguien, pues, así de santo entre las personas famosas, entre los importantes y los ídolos que adoráis en la humanidad? (No.) ¡No existe nadie en absoluto a quien se le pueda llamar santo! Los presuntos santos de los incrédulos son todos unos charlatanes hipócritas y son el más astuto e insidioso Satanás, el diablo. Esto no es ni más ni menos que la verdad absoluta. Sólo podemos decir ahora que Dios es el único santo en verdad, que Su santidad es exclusiva y que solamente Él puede encarnar esto en nombre y en verdad. Además, también hay un lado práctico. ¿Existe alguna discrepancia entre la santidad de la que hablo ahora y la santidad en que vosotros pensabais e imaginabais? (Sí.) Entonces, ¿cómo es de grande esta discrepancia? (¡Muy grande!) Usando vuestras propias palabras, ¿a qué suelen referirse las personas a menudo cuando hablan de santidad? (Cierta conducta externa.) Comportamiento o, cuando describen algo y afirman que es santo. ¿Es, pues, esta descripción de la “santidad” una teoría? Es tan sólo algo que parece limpio y bonito, que las personas consideran bueno o que les suena bien, pero sin sustancia real de santidad. No hay nada real en lo que las personas imaginan que es la santidad. Aparte de esto, ¿a qué se refiere exactamente esa “santidad” en que las personas piensan? ¿Es lo que imaginan o como ellas la juzgan? Por ejemplo, algunos budistas mueren mientras practican, fallecen mientras están ahí sentados y dormidos. Algunas personas dicen que se han vuelto santos y volado al cielo. Eso también es un tipo de imaginación. Y también hay algunos que piensan que el que hadas floten desde los cielos es santo. Hay también quien piensa que no casarse nunca, comer y vestir pobremente y sufrir toda la vida es santo. En realidad, el concepto que las personas tienen del término “santo” siempre ha sido una mera especie de imaginación hueca y una teoría fundamentalmente sin sustancia real alguna y que, además, no tiene nada que ver con la esencia de la santidad. La esencia de la santidad es el verdadero amor, pero más aún, es la esencia de la verdad, la justicia y la luz. La palabra “santo” sólo es adecuada cuando se aplica a Dios; nada en la creación puede ser merecedor de llevar este calificativo. El hombre debe entender esto. No conocer lo que es la verdadera santidad es no conocer a Dios. Sólo Él es santo, y esta es una verdad incontrovertible.
    Volvamos a hablar de los medios que Satanás usa para corromper al hombre. Acabamos de exponer las diversas formas en que Dios obra en el hombre y que cada uno de vosotros podéis experimentar por vosotros mismos, así que no entraré en demasiados detalles. Sin embargo, en vuestro corazón quizás sólo tengáis una vaga idea de los medios que emplea Satanás para corromper al hombre o, al menos, carecéis de detalles, así que os beneficiará que hablemos sobre ello. ¿Queréis entenderlo? (Sí.) Tal vez algunos de vosotros preguntarán: “¿Por qué hablar otra vez de Satanás? Ya hemos visto que es malo y lo aborrecemos, así que ¿puede todavía corrompernos?”. En realidad, aunque podáis detestarle, no veis más allá de ello por completo. Hay cosas con las que todavía os tenéis que enfrentar, porque de otro modo no podéis romper realmente la influencia de Satanás.
    Con anterioridad hemos explicado las cinco formas en que Satanás corrompe al hombre, ¿no es así? Entre ellas están los medios que emplea y que el hombre debería percibir. Las maneras en que Satanás corrompe al hombre son tan sólo una especie de tapadera; más insidiosos son los medios que se esconden detrás de esta fachada, y él quiere usar estos medios para alcanzar sus metas. ¿Cuáles son estos medios? Resumidlos para Mí. (Engaña, seduce y amenaza). Cuantos más enumeráis, más os acercáis. Se diría que él os ha dañado profundamente y que tenéis fuertes sentimientos al respecto. (También usa palabras dulces y mentiras, influye, engaña y ocupa a la fuerza.) Ocupa a la fuerza; esto proporciona una impresión extremadamente profunda, ¿no es así? Las personas temen la ocupación contundente de Satanás. ¿Alguno más? (Perjudica violentamente a las personas, usa amenazas e incentivos y miente.) Las mentiras son la sustancia de sus actos y lo hace para engañarte. ¿Cuál es la naturaleza de la mentira? ¿Acaso no es la misma que la del engaño? El objetivo de mentir es, en realidad, engañaros. ¿Algún otro? Hablad. Decidme todos los que conocéis. (Induce, perjudica, ciega y engaña) La mayoría de vosotros os sentís igual respecto a este engaño, ¿verdad? (Usa la adulación servil, controla al hombre, lo agarra, lo aterroriza y le impide que crea en Dios.) Prácticamente sé a qué os referís e igualmente son todos acertados. Sabéis todos algo de esto, así que vamos a resumirlo.
    Existen seis medios principales que Satanás emplea para corromper al hombre.
    El primero es el control y la coacción. Es decir, Satanás hará todo lo posible por tomar el control de tu corazón. ¿Qué significa “coacción”? (Quiere decir compulsión.) Te amenaza y te obliga a prestarle atención, haciéndote pensar en las consecuencias si no obedeces. Estás asustado y no te atreves a desafiarle, así que no tienes elección sino estar bajo su influencia.
    El segundo es el engaño y el timo. ¿Qué entraña “engañar y timar”? Satanás se inventa algunas historias y mentiras, te tima para que las creas. Nunca te dice que el hombre fue creado por Dios, pero tampoco afirma directamente que no te hiciera Él. No usa en absoluto la palabra “Dios”, sino otra cosa como sustituta y se sirve de ella para engañarte y que, básicamente, no tengas ni idea de la existencia de Dios, y nunca te permite saber quién es exactamente Dios en realidad. Este timo incluye, por supuesto, muchos aspectos y no sólo este.
    El tercero es el adoctrinamiento obligado. ¿Existe esto? (Sí.) ¿El adoctrinamiento forzado de qué? ¿El adoctrinamiento contundente se realiza por elección del hombre? ¿Se hace con su consentimiento? (No.) No importa que no consientas. En tu inconsciencia, se derrama dentro de ti, inculcándote el pensamiento de Satanás, sus normas de vida y su malvada esencia. De hecho, todo lo que él infunde en ti son mentiras, falacias engañosas y, desde luego, herejías y falsedades que él usa para corromper al hombre. Estos venenos satánicos son plantados en el cerebro de las personas y en su mente, y ciertamente les lava el cerebro a las personas. Una vez que alguien ha aceptado estos venenos satánicos, se convierten en algo que no es ni hombre ni fantasma, sin una pizca de humanidad.
    El cuarto es las amenazas e incentivos. Es decir, Satanás emplea diversos medios para que le aceptes, le sigas, trabajes a su servicio; intenta lograr sus metas por cualquier medio necesario. A veces te concede pequeños favores, pero sigue atrayéndote para que cometas pecado. Si no le sigues, te hará sufrir y te castigará, y usará diferentes formas de atacarte y atraparte.
    El quinto es el engaño y la parálisis. “Engaño y parálisis” significa que Satanás se inventa unas afirmaciones e ideas amables que están en concierto con las nociones de las personas para dar la impresión de que está tomando en consideración la carne o el pensamiento de las personas sobre su vida y su futuro, cuando en realidad sólo pretende engañarte. A continuación, te paraliza para que no sepas qué está bien y qué está mal, de manera que sigas su camino sin darte cuenta y así pases a estar bajo su control.
     El sexto es la destrucción del cuerpo y de la mente. ¿Qué parte del hombre destruye Satanás? (Su mente y todo su ser.) Él destruye tu mente y hace que seas impotente para resistirte; esto significa que tu corazón se vuelve lentamente hacia Satanás a pesar de ti mismo. Infunde estas cosas en ti cada día, usando a diario estas ideas y culturas para influenciarte y alimentarte, destruyendo poco a poco tu voluntad, haciendo que no desees ya ser una buena persona, induciéndote a no querer perseverar defendiendo aquello que tú llamas justicia. Sin darte cuenta, dejarás de tener la fuerza de voluntad para nadar contracorriente, río arriba y, en su lugar, caer con él. “Destrucción” significa que Satanás atormenta tanto a las personas que ya no son ni hombre ni fantasma, y entonces aprovecha la oportunidad para devorarlas.
    Cada uno de estos medios que Satanás emplea para corromper al hombre puede dejarle impotente para resistirse; cualquiera de ellos puede ser fatal para los seres humanos y no les deja lugar para resistirse en absoluto. En otras palabras, cualquier cosa que Satanás hace y cualquier medio que emplea pueden hacerte degenerar, colocarte bajo el control de Satanás, enredarte en una ciénaga de maldad, de manera que no puedas escapar. Estos son los medios que Satanás emplea para corromper al hombre y son extremadamente crueles, maliciosos, insidiosos y despreciables. Todos han probado personalmente la amargura de estos medios, de modo que el corazón del hombre puede odiar a Satanás y decidir rebelarse contra este malvado demonio.
    Podemos decir que Satanás es malo, pero con el fin de confirmarlo todavía debemos considerar cuáles son las consecuencias de la corrupción del hombre a manos de este, y qué caracteres y esencias le produce al hombre. Todos vosotros sabéis algo de esto, así que hablad de ello. Una vez que Satanás ha corrompido al hombre, ¿qué caracteres satánicos expresan y revelan? (Arrogante y altivo, egoísta y despreciable, deshonesto y astuto, insidioso y malicioso, y sin humanidad.) En conjunto, podemos afirmar que no tienen humanidad, ¿verdad? Que hablen otros hermanos y hermanas. (Arrogante, astuto, malicioso, egoísta, avaricioso, superficial, falso.) No digas lo que revela el carácter de algún aspecto; debes decir cuál es la esencia de ese carácter. ¿Lo entiendes? (Una vez que los hombres han sido corrompidos por Satanás, son más típicamente arrogantes y santurrones, engreídos y presumidos, avariciosos y egoístas. Estos son los más graves.) (Después de que el hombre haya sido corrompido por Satanás, actúa sin escrúpulos en lo material y en lo espiritual. Entonces se vuelven hostiles hacia Dios, se resisten y desobedecen a Él y pierden la conciencia y la razón que el ser humano debería tener.) Lo que habéis dicho es, básicamente, todo lo mismo con algunas diferencias menores solamente; sólo algunos de vosotros estáis más preocupados con los pequeños detalles. Resumiendo, “arrogante” ha sido la palabra que habéis mencionado con mayor frecuencia: arrogante, astuto, malicioso y egoísta. Pero todos habéis pasado por alto lo mismo. Las personas sin conciencia, que han perdido su razón y que no tienen humanidad, pero sigue habiendo algo tan importante que ninguno de vosotros ha dicho. ¿Qué es? (Traicionar.) ¡Correcto! Nadie había dicho “traicionar”. La consecuencia final de estos caracteres que existen en cualquier hombre, una vez que han sido corrompidos por Satanás, es que traicionan a Dios y ya no lo reconocen. Independientemente de lo que Dios le dice al hombre o de la obra que Él realiza en ellos, no admiten lo que saben que es la verdad, y es evidente que ya no reconocen a Dios y lo traicionan: esta es la consecuencia de la corrupción del hombre a manos de Satanás, y es lo mismo para todos los caracteres corruptos del hombre. Entre los métodos que usa para corromper al ser humano —el conocimiento que el ser humano aprende, la ciencia que sabe, las supersticiones, las culturas tradicionales y las corrientes sociales que comprende—, ¿hay alguno que este pueda usar para decir lo que es justo y lo que es injusto? ¿Existe algún estándar desde el que se pueda trabajar? (No.) ¿Hay algo que pueda ayudar al hombre a saber lo que es santo y lo que es malo? (No.) No hay patrón ni fundamento que pueda ayudar al hombre. Aunque las personas conozcan el término “santo”, no hay quien sepa en realidad lo que es santo. ¿Pueden, pues, estas cosas que Satanás le trae al hombre permitirle que conozca la verdad? Nunca pueden permitírselo. ¿Pueden permitirle vivir con una humanidad creciente? ¿Pueden permitirle vivir en un entendimiento en aumento de cómo adorar de verdad a Dios? (No.) Es obvio que no pueden permitir que el hombre adore a Dios, ni pueden permitir que el hombre conozca qué son la santidad y el mal. Por el contrario, el hombre se vuelve cada vez más degenerado y más lejos de Dios, más malo y más pervertido. Esta es la razón principal subyacente al motivo de decir que Satanás es malo. Una vez diseccionadas tantas esencias malvadas de Satanás, ¿habéis visto que Satanás tenga algún elemento de santidad en sus esencias o en vuestra comprensión de su esencia? (No.) Eso es seguro, ¿verdad? ¿Habéis visto alguna esencia de Satanás que comparta alguna similitud con Dios? (No.) ¿Comparte alguna expresión de Satanás algún parecido con Dios? (No.) Ahora quiero preguntaros, usando vuestras propias palabras, ¿qué es exactamente la santidad de Dios? Antes que nada, ¿con qué se dice que está relacionada la santidad de Dios? ¿Con la esencia divina? ¿O tal vez con algún aspecto de Su carácter? (Se dice que está relacionada con la esencia de Dios.) Debemos obtener una posición clara en nuestro tema deseado. Se dice que está relacionada con la esencia de Dios. En primer lugar, hemos usado el mal de Satanás como contraste de la esencia de Dios, ¿has visto, pues, algo de la esencia de Satanás en Dios? (No.) ¿Y qué hay de la esencia humana? (No.) Que alguien me lo diga. (La santidad de Dios es única, es fiel, sincera y no hay carácter corrupto en Dios. Él es enteramente positivo como todo lo que Él le trae al hombre.) (Toda la esencia de Dios es positiva, todo lo que Él revela es para la salvación del hombre y para que él viva a una semejanza humana normal. Es así para que Él pueda proteger de verdad al hombre y para que este pueda vivir la humanidad normal.) ¿Es tan sólo para vivir una humanidad normal? (Es para que el hombre pueda conocer realmente la verdad; Su santidad es Su verdadero amor y salvación de la humanidad.) (Todo lo que revela la esencia de Dios es positivo. Su veracidad, Su fidelidad, Su generosidad, Su humildad y Su amor por la humanidad, todo expresa la esencia de la santidad de Dios.) (Él no es arrogante ni egoísta, ni traiciona y, en este aspecto, también se ve revelada la esencia santa de Dios.) Hmm. ¿Algo más que añadir? (Dios no tiene indicios del carácter corrupto de Satanás. Lo que este tiene es totalmente negativo, mientras que lo que Dios tiene es sólo positivo. Podemos ver que Dios siempre está junto a nosotros. Desde que éramos muy pequeños hasta ahora, y sobre todo cuando habíamos perdido nuestro camino, Él siempre estaba allí, vigilante y manteniéndonos a salvo. En Él no hay astucia ni engaño. Él habla con claridad y sin rodeos, y esta es también la verdadera esencia de Dios.) ¡Muy bien! (En la obra de Dios no podemos ver nada del carácter corrupto de Satanás, ni duplicidad ni jactancia, ni promesas vacías ni astucia. Lo único en lo cual el hombre puede creer es Dios, y Su obra es fiel y sincera. Por la obra de Dios podemos ver a Dios diciendo a las personas que sean honestas, que tengan sabiduría, que sean capaces de distinguir el bien del mal y que tengan discernimiento de las diversas personas, eventos y cosas. En esto podemos ver la santidad de Dios.) ¿Algo más que añadir? ¿Habéis acabado? (Sí.) ¿Estáis satisfechos con lo que habéis dicho? ¿Cuánto entendimiento hay exactamente en vuestros corazones? ¿Y cuánto comprendéis de la santidad de Dios? Sé que todos y cada uno de vosotros tiene en su corazón algún nivel de entendimiento perceptual, porque cada individuo puede sentir la obra de Dios en ellos y, en diversos grados, obtienen muchas cosas de Dios; consiguen gracia y bendiciones, son esclarecidos e iluminados, y reciben el juicio y el castigo de Dios para que el hombre pueda tener alguna comprensión simple de la esencia de Dios.
    Aunque la santidad de Dios que estamos explicando hoy puede parecerle extraña a la mayoría de las personas, sin tomar en consideración cómo puede parecer que hemos comenzado este tema, y tendréis un entendimiento más profundo a medida que recorréis el camino que tenéis por delante. Te exige que llegues a sentir poco a poco y a comprender desde el interior de vuestra propia experiencia. Ahora vuestra comprensión perceptual de la esencia de Dios sigue requiriendo un largo periodo de tiempo para aprender, confirmar, sentirlo y experimentarlo, hasta que un día conozcáis, desde el centro mismo de vuestro corazón, que la santidad de Dios es Su impecable esencia, Su amor generoso que es el amor desinteresado de todo lo que Dios le concede al hombre, y llegaréis a conocer que Su santidad es sin mancha e irreprochable. Estas esencias de Dios no son palabras que Él usa para presumir de Su identidad, sino que Él usa Su esencia para tratar en silencio y con sinceridad con todos y cada uno de los individuos. En otras palabras, la esencia de Dios no está vacía ni es teórica o doctrinal, y desde luego no es una especie de conocimiento. No es una clase de educación para el hombre, sino que en vez de la verdadera revelación de las propias acciones de Dios y es la esencia revelada de lo que Dios tiene y es. El hombre debería conocer esta esencia y comprenderla, ya que todo lo que Dios hace y cada palabra que pronuncia es de gran valor y extraordinaria relevancia para cada persona. Cuando llegas a entender la santidad de Dios, entonces puedes creer realmente en Él, cuando llegas a entender la santidad de Dios, puedes comprender de verdad el verdadero significado de las palabras “Dios Mismo, el Único”. Ya no imaginarás que puedes escoger caminar por otros caminos ni estarás dispuesto a traicionar todo lo que Dios ha dispuesto para ti. Al ser la esencia de Dios santa, esto significa que sólo por medio de Él puedes recorrer el camino brillante y correcto que cruza la vida; sólo a través de Dios puedes conocer el significado de la vida, puedes vivir una vida real, poseer la verdad, conocerla y obtener la vida de la verdad. Sólo Dios mismo puede ayudar al hombre a apartarse del mal y librarse del daño y del control de Satanás. Aparte de Dios, nadie ni nada puede salvarte del mar de sufrimiento, para que dejes de sufrir: esto queda determinado por la esencia de Dios. Sólo Él mismo te salva tan desinteresadamente, sólo Él es responsable en última instancia por tu futuro, tu destino y tu vida, y Él lo dispone todo para ti. Esto es algo que nada creado o no creado puede conseguir. Porque nada creado o no creado posee una esencia de Dios como esta, ninguna persona o cosa tiene la capacidad de salvarte o dirigirte. Esta es la importancia de la esencia de Dios para el hombre. Quizás vosotros sintáis que estas palabras que he pronunciado puedan, en realidad, ayudar un poco en principio. Pero si buscas y amas la verdad, de aquí en adelante, en tu experiencia, estas palabras no sólo cambiarán tu destino, pero sobre todo te llevarán al camino correcto a través de la vida. Entiendes esto, ¿verdad? (Sí.) Entonces, ¿tenéis algún interés ahora en reconocer la esencia de Dios? (Sí.) Es bueno estar interesado. Acabaremos aquí la exposición de nuestro tema hoy sobre reconocer la santidad de Dios.
    Me gustaría hablaros sobre algo que hicisteis y que me sorprendió al principio de nuestra reunión de hoy. Algunos de vosotros albergabais, quizás, una sensación de gratitud ahora mismo u os sentíais agradecidos y quisisteis expresar físicamente lo que teníais en vuestra mente. Esto supera el reproche y esto no es ni correcto ni incorrecto. ¿Pero qué es lo que me gustaría deciros? Lo que hicisteis no es erróneo y tampoco deseo reprobaros en modo alguno. Me gustaría que entendierais algo. ¿Qué es? Primero me gustaría preguntaros sobre lo que acabáis de hacer. ¿Era postrarse o arrodillarse para adorar? ¿Puede alguien decírmelo? (Creemos que es postrarse. Nos postramos de este modo.) Creéis que era postrarse; ¿cuál es, pues, el significado de postrarse? (Adorar.) Entonces, ¿qué es arrodillarse para adorar? La razón por la que no os había mencionado esto inmediatamente es porque nuestro tema de enseñanza hoy es muy importante y Yo no quería afectar vuestro estado de ánimo. ¿Os postráis en vuestras reuniones habituales? (No.) ¿Os postráis cuando eleváis vuestras oraciones? (Sí.) ¿Os postráis cada vez que oráis, cuando las condiciones lo permiten? (Sí.) Es maravilloso. ¿Pero qué es lo que me gustaría que entendierais hoy? Son los dos tipos de persona cuyas genuflexiones Dios acepta. No necesitamos consultar la Biblia ni las conductas de algunos de los personajes espirituales, y os diré algo cierto aquí y ahora. En primer lugar, postrarse y arrodillarse para adorar no es lo mismo. ¿Por qué acepta Dios las genuflexiones de aquellos que se postran? Es porque Dios llama a alguien e invita a esta persona a aceptar Su comisión, así que se postra para Dios. Este es el primer tipo de persona. El segundo es cuando alguien que teme a Dios y se aparta del mal se arrodilla para adorar. Sólo hay esos dos tipos de persona. ¿A cuál pertenecéis vosotros? ¿Sois capaces de decirlo? Esta es la verdad factual, aunque pueda herir un poco vuestros sentimientos. No hay nada que decir sobre las genuflexiones de las personas durante la oración: esto es adecuado y es como debería ser, porque cuando las personas oran mayormente ruegan por algo, abren sus corazones a Dios y se ponen cara a cara delante de Él. Es comunicación e intercambio, conversación íntima con Dios. Pero cuando me encuentro en la enseñanza con vosotros, no os he pedido que os postréis. Con esto no pretendo reprocharos lo que habéis hecho hoy. Sabéis que sólo quiero dejároslo claro para que entendáis este principio, ¿verdad? (Lo sabemos.) Para que no sigáis haciendo esto. ¿Tienen, pues, las personas alguna oportunidad de postrarse y arrodillarse ante el rostro de Dios? Siempre habrá una oportunidad. Más tarde o más temprano llegará el día, pero no es el momento ahora. ¿Lo veis? (Sí.) ¿Os entristece esto? (No.) Esto es bueno. Tal vez estas palabras os motivarán o inspirarán para que podáis saber en vuestros corazones la situación actual entre Dios y el hombre y qué tipo de relación existe ahora entre ellos. Aunque hemos hablado hace poco e intercambiado muchas cosas, el entendimiento que el hombre tiene de Dios sigue estando lejos de ser suficiente. El ser humano sigue teniendo un gran trecho que recorrer en este camino para buscar entender a Dios. No es Mi intención obligaros a hacer esto con urgencia ni apremiaros para expresar estos tipos de aspiraciones o sentimiento. Lo que hicisteis hoy puede revelar y expresar vuestros verdaderos sentimientos, y Yo lo percibí. Por tanto, mientras lo hacíais, sólo quise ponerme en pie y daros Mis buenos deseos, porque anhelo que todos vosotros estéis bien. Por ello, en cada palabra y acto, hago todo lo posible para ayudaros, guiaros, de manera que podáis tener el entendimiento correcto y el punto de vista adecuado de todas las cosas. Podéis entender esto, ¿verdad? (Sí.) Fantástico. Aunque las personas tengan algún entendimiento de los diversos caracteres de Dios, los aspectos de lo que Dios tiene y es, y de la obra que Dios realiza, la mayoría de esta comprensión no va más allá de leer palabras en una página, entenderlas en principio o sólo pensar en ellas. Aquello de lo que las personas más carecen son el real entendimiento y la visión que procede de la experiencia actual. Aun cuando Dios usa diversas formas de despertar el corazón del hombre, sigue habiendo un largo camino por recorrer antes que el corazón del hombre despierte por fin. No quiero ver a nadie sintiéndose como si Dios los hubiera excluido, que Él los ha dejado y les ha vuelto la espalda. Sólo me gustaría ver a todos en el camino de buscar la verdad y procurar entender a Dios, marchando con valentía hacia adelante con voluntad resuelta, sin recelo, sin llevar carga alguna. Independientemente de los errores que has cometido, de lo lejos que has llegado a desviarte o de lo mucho que hayas transgredido, no dejes que esto se convierta en cargas o exceso de equipaje que llevar contigo en tu búsqueda por entender a Dios: sigue caminando hacia delante. Sin importar cuándo ocurra, el corazón de Dios que es la salvación del hombre no cambia jamás: esta es la parte más preciosa de la esencia de Dios. ¿Os sentís un poco mejor ahora? (Sí.) Espero que podáis escoger el acercamiento correcto a todas las cosas y a las palabras que he pronunciado. Acabemos esta enseñanza aquí, pues. ¡Adiós a todos! (¡Adiós!)
                                                                          11 de enero 2014

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