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Dios mismo, el único X



Dios mismo, el único X

Dios es la fuente de vida para todas las cosas (IV)

    Hoy estamos comunicando un tema especial. Para todos y cada uno de vosotros, sólo hay dos cosas principales que debéis conocer, experimentar y entender; ¿y cuáles son estas dos cosas? La primera es la entrada personal de los seres humanos a la vida, y la segunda está relacionada con conocer a Dios. Hoy os doy a elegir: escoged una. ¿Os gustaría escuchar hablar de un tema que tiene relación con la experiencia vital personal de los seres humanos, o de conocer a Dios mismo? ¿Y por qué os doy esa elección? Porque hoy tengo en mente comunicar algunas cosas nuevas sobre conocer a Dios. Pero, independientemente de ello, primero os dejaré escoger entre las dos cosas de las que acabo de hablar. (Elijo la de conocer a Dios.) (Pensamos que comunicar el conocimiento de Dios es mejor también.) ¿Pensáis que lo que hemos estado comunicando recientemente respecto a conocer a Dios es alcanzable? (Cuando Dios enseñó la primera vez, no sentimos que lo fuera. Después de esto, Dios enseñó varias veces más, y, cuando repasamos de nuevo la primera, en los entornos creados por Dios, los hermanos y hermanas prestaron atención a experimentar en ese ámbito.) Es justo decir que está más allá del alcance de la mayoría de las personas. Podría ser que no os convencieran estas palabras. ¿Por qué digo esto? Porque cuando estabais escuchando lo que Yo estaba diciendo antes, independientemente de cómo lo dije, o con qué palabras, cuando lo oísteis fuisteis conscientes, literal y teóricamente, de lo que Yo estaba diciendo; no obstante, una cuestión muy grave con respecto a vosotros fue que no entendíais por qué Yo decía estas cosas, por qué hablaba de estos temas. Este es el quid de la cuestión. Y así, aunque oír estas cosas aumentaba y enriquecía vuestro entendimiento de Dios y Sus hechos, ¿por qué seguís teniendo problemas para conocer a Dios? La razón es esta: después de oír lo que dije, la mayoría de vosotros no entiende por qué lo hice, y qué relación tiene con conocer a Dios. ¿No es así? ¿Con qué tiene que ver vuestra incapacidad de entender la relación que esto guarda con conocer a Dios? ¿Habéis pensado alguna vez sobre esto? Quizás no. La razón por la que no entendéis estas cosas es que vuestra experiencia vital es demasiado superficial. Si el conocimiento y la experiencia de las palabras de Dios por parte de las personas permanece en un nivel superficial, la mayor parte de su conocimiento de Dios será confuso y abstracto; será rudimentario, doctrinal y teórico. En teoría, parece o suena lógico y razonable, pero el conocimiento de Dios que sale de la boca de la mayoría de las personas está vacío. ¿Y por qué digo esto? Porque, en realidad, no tienes claro en tu corazón si las palabras sobre conocer a Dios que salen de tu boca son o no correctas, si son o no precisas. Y así, aunque la mayor parte de las personas han oído mucha información y temas respecto a conocer a Dios, su conocimiento de Él aún tiene que superar la teoría y la doctrina confusa y abstracta.