Mostrando entradas con la etiqueta cruz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cruz. Mostrar todas las entradas

Evangelio de hoy | ¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres




Evangelio de hoy | ¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres


Dios Todopoderoso dice: "Sin la obra de Jesús, la humanidad no podría haber bajado de la cruz, pero sin la encarnación de este día, Dios nunca podría elogiar a los que bajan de la cruz, y estos no podrían entrar en la nueva era. Sin la venida de este hombre ordinario, nunca habríais tenido la oportunidad ni habríais sido elegibles para ver el rostro verdadero de Dios, porque todos deberíais haber sido destruidos hace mucho tiempo. Debido a la venida de la segunda encarnación de Dios, Él os ha perdonado y os ha mostrado misericordia. Independientemente de ello, las palabras que debo dejar con vosotros al final siguen siendo estas: este hombre ordinario, que es Dios encarnado, es de una importancia vital para vosotros. Esta es la gran cosa que Dios ha llevado a cabo ya entre los hombres".

Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.
Declaración especial: la producción de este vídeo la ha realizado la Iglesia de Dios Todopoderoso sin fines de lucro. Los actores que aparecen en esta producción lo hacen de manera voluntaria y no han recibido ningún tipo de retribución. Este vídeo no puede ser distribuido a terceros con ánimo de lucro, y esperamos que todo el mundo lo comparta y lo distribuya de manera pública. Sin el consentimiento de la Iglesia de Dios Todopoderoso, ninguna organización, grupo social ni individuo puede falsificar ni tergiversar el contenido de este vídeo.
Correo: contact.es@kingdomsalvation.org
Línea Directa: +34-663-435-098
Te invitamos a descargar la aplicación de la Iglesia de Dios Todopoderoso

La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I


La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I

    Hoy estamos comunicando un tema importante que se viene debatiendo desde el comienzo de la obra de Dios hasta ahora, y que es de vital importancia para cada persona. En otras palabras, es un asunto con el que todos entrarán en contacto a lo largo del proceso de su creencia en Dios y debe tratarse. Es crucial e inevitable, y la humanidad no puede apartarse del mismo. Hablando de importancia, ¿qué es lo más importante para cada creyente en Dios? Algunas personas piensan que es entender la voluntad de Dios; algunos creen que es comer y beber más de las palabras de Dios; otros opinan que es conocerse a uno mismo; otros son de la opinión de que lo más importante que es saber cómo encontrar la salvación por medio de Dios, cómo seguirle, y cómo cumplir Su voluntad. Hoy dejaremos a un lado todas estas cuestiones. Entonces, ¿de qué hablaremos? Estamos exponiendo un tema sobre Dios. ¿Es esta la cuestión más importante para cada persona? ¿Cuál es el contenido de un asunto sobre Dios? Por supuesto, este tema no puede en modo alguno separarse del carácter de Dios, de Su esencia y Su obra. De manera que hoy hablaremos de “la obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo”.

Deberíais considerar vuestros hechos

    Juzgando por las acciones y los hechos en vuestra vida, todos estáis necesitando un pasaje de la palabra todos los días para alimentaros y reabasteceros porque sois demasiado escasos y vuestro conocimiento y capacidad para recibir son muy pobres. En vuestras vidas diarias vivís en una atmósfera y un ambiente sin verdad ni buen sentido. Os hace falta lo primordial para la existencia y no tenéis el fundamento para conocerme ni conocer la verdad. Vuestra fe solamente se construye sobre una confianza vaga o sobre rituales religiosos y conocimientos basados completamente en doctrinas. Todos los días observo vuestros movimientos y examino vuestras intenciones y malos frutos. Nunca he encontrado a alguien que verdaderamente pusiese su corazón y espíritu sobre Mi altar, el cual nunca se ha movido. Por lo tanto, no deseo derramar en vano todas las palabras que deseo expresar sobre tal humanidad. En Mi corazón estoy planeando sólo completar Mi obra inconclusa y traer la salvación a la humanidad que todavía tengo que salvar. No obstante, deseo que todos los que me siguen reciban Mi salvación y la verdad de Mi palabra que se otorga al hombre. Espero que un día cuando cierres tus ojos, veas un reino donde la fragancia llene el aire y los ríos de aguas vivas fluyan, no un mundo frío y desolado donde las tinieblas nublan los cielos y los aullidos nunca cesan.

¿Sabes? Dios ha hecho algo grande entre los hombres

    La vieja era ha pasado, y ha llegado la nueva. Año tras año y día tras día, Dios ha realizado mucha obra. Vino al mundo y después partió. Ese ciclo ha continuado a través de muchas generaciones. En este día, como antes, Dios sigue realizando la obra que debe, la que aún tiene que completar, porque todavía tiene que entrar en el reposo. Desde el momento de la creación hasta hoy, Dios ha llevado a cabo mucha obra, ¿pero sabías que la obra que Él lleva a cabo hoy es mucho mayor que antes y a mayor escala? Por esta razón afirmo que Dios ha realizado algo grande entre los hombres. Toda la obra de Dios es muy importante, para el hombre o para Él, porque cada elemento de la misma guarda relación con el hombre.

Deberías buscar el camino de la compatibilidad con Cristo


Deberías buscar el camino de la compatibilidad con Cristo

    He obrado mucho entre los hombres y las palabras que he expresado durante este tiempo han sido muchas. Estas palabras son por el bien de la salvación del hombre y se expresaron para que el hombre pudiera ser compatible conmigo. Sin embargo, sólo he ganado a unas cuantas personas en la tierra que son compatibles conmigo y por eso digo que el hombre no atesora Mis palabras, porque el hombre no es compatible conmigo. De esta manera, la obra que Yo hago no es sólo para que el hombre pueda adorarme; más importante aún, es para que el hombre pueda ser compatible conmigo. Las personas, las cuales han sido corrompidas, todas viven en la trampa de Satanás, viven en la carne, viven en los deseos egoístas y ni una sola entre ellas es compatible conmigo. Están las que dicen que son compatibles conmigo pero que adoran ídolos vagos. Aunque reconocen que Mi nombre es santo, pisan un camino que va en contra de Mí y sus palabras están llenas de arrogancia y autoconfianza porque, en la raíz, todos están en contra mía y son incompatibles conmigo. Todos los días buscan rastros de Mí en la Biblia y encuentran al azar pasajes “adecuados” que leen interminablemente y que recitan como las escrituras. No saben cómo ser compatibles conmigo, no saben qué significa estar en enemistad conmigo y sólo leen las escrituras a ciegas. Restringen dentro de la Biblia a un Dios vago que nunca han visto y que son incapaces de ver y lo sacan para contemplarlo durante su tiempo libre. Creen en Mi existencia sólo dentro del alcance de la Biblia. Para ellos, Yo soy lo mismo que la Biblia; sin la Biblia no hay Yo y sin Mí no hay Biblia. No prestan atención a Mi existencia o acciones, sino que dedican una atención extrema y especial a todas y a cada una de las palabras de la Escritura y muchos de ellos incluso creen que Yo no debería hacer nada que quisiera a menos que la Escritura lo predijera. Le atribuyen demasiada importancia a la Escritura. Se puede decir que ven las palabras y expresiones como demasiado importantes, hasta el punto de que usan versículos de la Biblia para medir cada palabra que digo y para condenarme. Lo que buscan no es el camino de la compatibilidad conmigo, o el camino de la compatibilidad con la verdad, sino el camino de la compatibilidad con las palabras de la Biblia, y creen que cualquier cosa que no se ciña a la Biblia, sin excepción, no es Mi obra. ¿No son esas personas los descendientes sumisos de los fariseos? Los fariseos judíos usaron la ley de Moisés para condenar a Jesús. No buscaron la compatibilidad con el Jesús de ese tiempo, sino que diligentemente siguieron la ley al pie de la letra, hasta el grado de que finalmente clavaron en la cruz al Jesús inocente, habiéndolo acusado de no seguir la ley del Antiguo Testamento y de no ser el Mesías. ¿Cuál era su esencia? ¿No era que no buscaban el camino de la compatibilidad con la verdad? Se obsesionaron con todas y cada una de las palabras de la Escritura mientras que no prestaron atención a Mi voluntad ni a los pasos ni a los métodos de Mi obra. No eran personas que buscaran la verdad, sino que rígidamente siguieron las palabras de la Escritura; no eran personas que creyeran en Dios, sino personas que creían en la Biblia. En esencia, eran perros guardianes de la Biblia. Con el fin de salvaguardar los intereses de la Biblia, de sostener la dignidad de la Biblia y de proteger la reputación de la Biblia, llegaron tan lejos que clavaron en la cruz al misericordioso Jesús. Lo hicieron solamente en aras de defender la Biblia y por el bien de mantener el estatus de todas y cada una de las palabras de la Biblia en los corazones de las personas. Así que prefirieron abandonar su futuro y la ofrenda por el pecado para condenar a muerte a Jesús, que no se conformaba a la doctrina de la Escritura. ¿No fueron lacayos de todas y cada una de las palabras de la Escritura?
    ¿Y qué pasa hoy con las personas? Cristo ha llegado a liberar la verdad, pero preferirían expulsarlo de entre los hombres con el fin de ganar la entrada al cielo y recibir la gracia. Preferirían negar por completo la venida de la verdad con el fin de salvaguardar los intereses de la Biblia, y preferirían clavar otra vez en la cruz al Cristo que regresara a la carne con el fin de asegurar la existencia eterna de la Biblia. ¿Cómo puede el hombre recibir Mi salvación cuando su corazón es tan malvado y su naturaleza tan antagónica a Mí? Vivo entre los hombres, pero el hombre no sabe de Mi existencia. Cuando hago brillar Mi luz sobre el hombre, todavía sigue ignorante de Mi existencia. Cuando desato Mi ira sobre el hombre, niega Mi existencia aun con mayor fuerza. El hombre busca la compatibilidad con las palabras, con la Biblia, pero ni una sola persona viene delante de Mí para buscar el camino de la compatibilidad con la verdad. El hombre levanta la vista para verme en el cielo y dedica un interés especial a Mi existencia en el cielo, pero nadie se preocupa por Mí en la carne, porque Yo, que vivo entre los hombres, soy muy insignificante. Los que sólo buscan la compatibilidad con las palabras de la Biblia, y que sólo buscan la compatibilidad con un Dios impreciso, son una visión miserable para Mí. Esto se debe a que lo que ellos adoran son palabras muertas y un Dios que es capaz de darles tesoros incalculables. Lo que ellos adoran es un Dios que se pone a merced del hombre y que no existe. ¿Entonces qué pueden obtener tales personas de Mí? El hombre es demasiado precario para las palabras. Los que están en Mi contra, que me hacen demandas sin límite, que no tienen amor por la verdad, que me son rebeldes, ¿cómo podrían ser compatibles conmigo?
    Los que están en Mi contra son los que no son compatibles conmigo. También lo son los que no aman la verdad, y los que se rebelan contra Mí todavía están más en Mi contra y son incompatibles conmigo. Todos los que no son compatibles conmigo los entrego en las manos del maligno. Los entrego a la corrupción del maligno, les doy rienda suelta para que pongan de manifiesto su maleficencia y por último los entrego al maligno para que los devore. No me importa cuánta gente me adore, es decir, no me importa cuánta gente crea en Mí. Todo lo que me importa es cuántas personas son compatibles conmigo. Esto se debe a que todos los que no son compatibles conmigo son los malvados que me traicionan; son Mis enemigos y no voy a “consagrar” a Mis enemigos en Mi casa. Los que son compatibles conmigo me servirán para siempre en Mi casa y los que se ponen en enemistad conmigo para siempre sufrirán Mi castigo. A los que sólo se preocupan por las palabras de la Biblia, que no les interesa la verdad o no buscan Mis pisadas, están contra Mí, porque me limitan de acuerdo a la Biblia y me restringen dentro de la Biblia, y por eso son blasfemos en extremo hacia Mí. ¿Cómo podrían esas personas venir delante de Mí? No prestan atención a Mis hechos o a Mi voluntad o a la verdad, sino que se obsesionan con las palabras, que los matan. ¿Cómo pueden esas personas ser compatibles conmigo?
    He expresado tantas palabras y también he expresado Mi voluntad y Mi carácter, sin embargo, aun así, las personas todavía son incapaces de conocerme y de creer en Mí. O, se podría decir, todavía son incapaces de obedecerme. Los que viven en la Biblia, los que viven en medio de la ley, los que viven en la cruz, los que viven de acuerdo a doctrinas, los que viven entre la obra que Yo hago en la actualidad, ¿cuál de ellos es compatible conmigo? Sólo pensáis en recibir bendiciones y recompensas y nunca habéis dedicado un pensamiento para saber cómo ser compatibles conmigo, o cómo preveniros de estar en enemistad contra Mí. Estoy tan decepcionado de vosotros porque os he dado tanto pero he obtenido tan poco de vosotros. Vuestro engaño, vuestra arrogancia, vuestra codicia, vuestros deseos extravagantes, vuestra traición, vuestra desobediencia, ¿cuál de estos podría escapar de que Yo lo viera? Me tratáis sin consideración, me timáis, me insultáis, me engañáis, me exigís, me chantajeáis con sacrificios, ¿cómo podría tal maleficencia eludir Mi castigo? Vuestras fechorías son prueba de vuestra enemistad contra Mí y son prueba de vuestra incompatibilidad conmigo. Cada uno de vosotros creéis ser tan compatibles conmigo pero, si ese es el caso, ¿entonces a quién se aplica esa evidencia irrefutable? Creéis que poseéis la máxima sinceridad y lealtad hacia Mí. Pensáis que sois tan bondadosos, tan compasivos y que me habéis dedicado tanto. Pensáis que habéis hecho suficiente para Mí, ¿pero habéis alguna vez comparado esas creencias contra vuestro comportamiento? Digo que sois bastante arrogantes, bastante codiciosos, bastante negligentes; los trucos con los que me engañáis son bastante ingeniosos y tenéis bastantes intenciones despreciables y métodos despreciables. Vuestra lealtad es demasiado pobre, vuestra sinceridad es demasiado miserable y vuestra conciencia es aún más deficiente. Hay demasiada maldad en vuestros corazones y nadie está exento de esto, ni siquiera Yo. Me excluís por el bien de vuestros hijos, de vuestro marido o de vuestra propia protección. En vez de preocuparos por Mí, os preocupáis por vuestra familia, vuestros hijos, vuestro estatus, vuestro futuro y vuestra propia satisfacción. ¿Cuándo habéis pensado en Mí mientras hablabais o actuabais? Cuando el clima está frío, vuestros pensamientos se vuelven a vuestros hijos, vuestro marido, vuestra esposa o vuestros padres. Cuando hace calor, tampoco tengo lugar en vuestros pensamientos. Cuando desempeñas tu deber, estás pensando en tus propios intereses, en tu propia seguridad personal o la de los miembros de tu familia. ¿Qué has hecho que fuera para Mí? ¿Cuándo has pensado en Mí? ¿Cuándo te has dedicado, a cualquier costo, a Mí y Mi obra? ¿Dónde está la evidencia de tu compatibilidad conmigo? ¿Dónde está la realidad de tu lealtad a Mí? ¿Dónde está la realidad de tu obediencia a Mí? ¿Cuándo tus intenciones no han sido con el fin de obtener Mis bendiciones? Os burláis de Mí y me engañáis, jugáis con la verdad y escondéis la existencia de la verdad y traicionáis la esencia de la verdad. Os colocáis en tal enemistad contra Mí, así que, ¿qué os espera en el futuro? Sólo buscáis la compatibilidad con un Dios impreciso y sólo buscáis una creencia vaga, pero no sois compatibles con Cristo. ¿Vuestra maleficencia no recibirá la misma retribución que la que merecen los malvados? En ese momento, os daréis cuenta que nadie que no sea compatible con Cristo puede escapar del día de la ira, y descubriréis qué clase de retribución vendrá sobre los que están en enemistad contra Cristo. Cuando ese día llegue, vuestros sueños de ser bendecidos por vuestra creencia en Dios y de obtener la entrada al cielo, se harán añicos. Sin embargo, no es así para los que son compatibles con Cristo. Aunque han perdido mucho, aunque han sufrido muchas dificultades, recibirán toda la herencia que Yo le dejo a la humanidad. Finalmente, entenderéis que sólo Yo soy el Dios justo y que sólo Yo soy capaz de llevar a la humanidad a su hermoso destino.

La mejor música cristiana 2018 | Dios se encarna para salvar a la humanidad


La mejor música cristiana 2018 | Dios se encarna para salvar a la humanidad
I Hoy es el día, ¿lo puedes ver? Qué grande que Dios venga entre los hombres. Los viene a salvar, a vencer a Satán, la razón de Su encarnación. Si no fuera así, por sí mismo no lo haría Él. Se ha encarnado Dios para vencer a Satán y al hombre guiar, de carne corrupta y a quien Dios quiere salvar. Dos veces se encarna Dios para a Satán vencer y al hombre salvar. En espíritu o en carne sólo Dios puede vencer a Satán. II Los ángeles no luchan, no tienen poder. Y el hombre corrupto no lo puede hacer. Se encarna Dios, produce vida del hombre, en él obra y lo salva, con Su inherente identidad, y la obra que hacer. Se ha encarnado Dios para vencer a Satán y al hombre guiar, de carne corrupta y a quien Dios quiere salvar. Dos veces se encarna Dios para a Satán vencer y al hombre salvar. En espíritu o en carne sólo Dios puede vencer a Satán. III Por siempre seguiría la lucha si no se encarnara Dios. Porque con el Espíritu o los hombres solos no podría ser. Se encarna Dios para luchar contra Satán, sólo así el hombre se puede salvar. Sólo así será Satán derrotado, sólo así sus planes destrozados. Si el hombre luchara solo en la batalla huiría con temor. El carácter corrupto del hombre no podría cambiar. El hombre no puede salvar al hombre de la cruz, ni conquistar la rebelde humanidad. Sólo puede hacer alguna antigua labor sin relación con vencer a Satán. IV Hay que obedecer y seguir. No puede traer una nueva era, ni puede luchar contra Satán. Satán se vence cuando el hombre agrada a Dios. Por cada nueva batalla en cada nueva era, Dios mismo ha de hacer por abrir un camino y una dirección, lleva al hombre a un reino mejor. Se ha encarnado Dios para vencer a Satán y al hombre guiar, de carne corrupta y a quien Dios quiere salvar. Dos veces se encarna Dios para a Satán vencer y al hombre salvar. En espíritu o en carne sólo Dios puede vencer a Satán. En espíritu o en carne sólo Dios puede vencer a Satán. De “La Palabra manifestada en carne” Recomendación: La mejor música cristiana | Sólo al obrar en la carne puede Dios alcanzar a la humanidad
Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido. Correo: contact.es@kingdomsalvation.org Línea Directa: +34-663-435-098 Declaración especial: la producción de este vídeo la ha realizado la Iglesia de Dios Todopoderoso sin fines de lucro. Los actores que aparecen en esta producción lo hacen de manera voluntaria y no han recibido ningún tipo de retribución. Este vídeo no puede ser distribuido a terceros con ánimo de lucro, y esperamos que todo el mundo lo comparta y lo distribuya de manera pública. Sin el consentimiento de la Iglesia de Dios Todopoderoso, ninguna organización, grupo social ni individuo puede falsificar ni tergiversar el contenido de este vídeo.

Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios

Imagen de la Iglesia de Dios Todopoderoso——Conocer las tres etapas de la obra de Dios es la senda para conocer a Dios

La obra de gestionar a la humanidad se divide en tres etapas, lo que significa que la obra de salvar a la humanidad se divide en tres etapas. Estas tres etapas no incluyen la obra de crear el mundo, sino que son la Era de la Ley, la Era de la Gracia y la Era del Reino. La obra de crear el mundo fue la de producir a toda la humanidad. No fue la de salvarla ni tiene relación con ella; y es que, cuando el mundo fue creado, la humanidad no había sido corrompida por Satanás y, por tanto, no había necesidad de llevar a cabo la obra de salvación de la humanidad. Esta sólo comenzó una vez que la humanidad se había corrompido y, por tanto, la obra de gestión de la humanidad tampoco empezó hasta entonces. En otras palabras, la gestión del hombre por parte de Dios empezó como un resultado de la obra de salvar a la humanidad, y no surgió de la obra de crear el mundo. No podría haber obra de gestión de la humanidad sin el carácter corrupto de esta, y por tanto dicha obra incluye tres partes, en lugar de cuatro etapas, o cuatro eras. Sólo esta es la forma correcta de referirse a la gestión de la humanidad por parte de Dios. Cuando la era definitiva llegue a su fin, la obra de gestión de la humanidad habrá llegado a un final completo. La conclusión de la misma significa que la obra de salvar a toda la humanidad ha terminado totalmente, y que esta ha alcanzado el final de su viaje. Sin la obra de salvar a toda la humanidad, la obra de gestión de esta no existiría ni habría tres etapas de obra. Fue precisamente por la depravación de la humanidad, y la urgente necesidad de salvación que esta tenía, que Jehová concluyó la creación del mundo y comenzó la obra de la Era de la Ley. Sólo entonces comenzó la obra de gestión de la humanidad, que significa que sólo entonces se inició la obra de salvación de esta. “Gestionar a la humanidad” no significa guiar la vida de la recién creada humanidad sobre la tierra (es decir, una humanidad que aún no se había corrompido). En su lugar, es la salvación de una humanidad corrompida por Satanás, es decir, el cambio de esta humanidad corrupta. Este es el significado de gestionar a la humanidad. La obra de salvar a esta no incluye la de crear al mundo, y por tanto la de gestionar a la humanidad no incluye la de crear el mundo, sino sólo tres etapas de obra independientes de la creación del mismo. Para entender la obra de gestión de la humanidad, es necesario ser consciente de la historia de las tres etapas de la obra; de esto es de lo que todos deben ser conscientes a fin de ser salvados. Como criaturas de Dios, deberíais reconocer que Él creó al hombre, y deberíais reconocer la fuente de la corrupción de la humanidad, además del proceso de la salvación del hombre. Si sólo sabéis cómo actuar de acuerdo a la doctrina para obtener el favor de Dios, pero no tenéis ni idea de cómo salva Él a la humanidad, o de la fuente de la corrupción de esta, esto es lo que os falta como criaturas de Dios. No deberías satisfacerte solamente con entender esas verdades que pueden ponerse en práctica, mientras sigues ignorando el alcance más amplio de la obra de gestión de Dios; si este es el caso, eres demasiado dogmático. Las tres etapas de la obra son la historia interior de gestión del hombre por parte de Dios, la llegada del evangelio de todo el universo, el misterio más grande en medio de toda la humanidad, y también el fundamento de la difusión del evangelio. Si sólo te centras en entender verdades simples relacionadas con tu vida, y no sabes nada de esto, el más grande de todos los misterios y visiones, ¿no parece, pues, tu vida un producto defectuoso, bueno para nada excepto para mirarlo?

La verdad sobre la obra en la Era de la Redención

 La palabra de Dios Todopoderoso——La verdad sobre la obra en la Era de la Redención

Todo Mi plan de gestión, que se extiende por seis mil años, consta de tres fases, o tres eras: en primer lugar, la Era de la Ley; en segundo lugar, la Era de la Gracia (que es también la Era de la Redención); y, finalmente, la Era del Reino. Mi obra en estas tres eras difiere según la naturaleza de cada era, pero en cada etapa está de acuerdo con las necesidades del hombre, o más bien, cada una varía en función de los trucos que usa Satanás en Mi guerra contra él. El objetivo de Mi obra es derrotar a Satanás, para manifestar Mi sabiduría y Mi omnipotencia, develar todos los trucos de Satanás y, por ende, salvar a toda la humanidad que vive bajo su dominio. Tiene el objeto de mostrar Mi sabiduría y Mi omnipotencia, mientras que al mismo tiempo revele lo horrendo de Satanás. Aún más, está orientada a enseñar a Mis creaciones a discriminar entre el bien y el mal, a reconocer que Yo soy el Gobernador de todas las cosas, para que se vea claramente que Satanás es el enemigo de la humanidad, el más bajo de lo bajo, el maligno, y para aclarar la diferencia entre el bien y el mal, la verdad y la falsedad, la santidad y la suciedad, la grandeza y la bajeza; que todo quede tan claro como el día. De esta manera, la humanidad ignorante puede dar testimonio de Mí, de que no soy Yo quien corrompe a la humanidad, y que sólo Yo, el Creador puede salvar a la humanidad, y que puede conceder a las personas cosas para el disfrute; y que ellas lleguen a saber que Yo soy el Gobernador de todas las cosas, y que Satanás no es más que una de Mis creaciones, que posteriormente se volvió contra Mí. Mi plan de gestión de seis mil años consta de tres etapas con el fin de lograr el siguiente efecto: permitir que Mis creaciones sean Mis testigos, que conozcan Mi voluntad, que vean que Yo soy la verdad. De este modo, durante el trabajo inicial de Mi plan de gestión de seis mil años, hice la obra de la ley, que fue la obra de Jehová liderando a Su pueblo. La segunda etapa fue el comenzar la obra de la Era de la Gracia en los pueblos de Judea. Jesús representa toda la obra de la Era de la Gracia; Él fue encarnado y crucificado, e inauguró la Era de la Gracia. Él fue crucificado con el fin de completar la obra redentora, para poner fin a la Era de la Ley y comenzar la Era de la Gracia, y por ello fue llamado el “Comandante Supremo”, la “Ofrenda por el Pecado”, el “Redentor”. Por ende, la obra de Jesús fue diferente en contenido de la obra de Jehová, a pesar de que ambas eran en principio lo mismo. Jehová comenzó la Era de la Ley, estableció su sede principal, el lugar de nacimiento, de Su obra en la tierra, y dio los mandamientos; esos fueron Sus dos logros, los cuales representan la Era de la Ley. La obra de Jesús no fue para dar mandamientos, sino el cumplimiento de los mandamientos, anunciando así la Era de la Gracia y el final de la Era de la Ley que duró dos mil años. Fue el pionero, marcando el comienzo de la Era de la Gracia, sin embargo, la redención continuó siendo el núcleo de Su obra. Por lo que Sus logros también siguieron siendo dos: la apertura de una nueva era, y completar la obra de redención a través de Su crucifixión. Luego se fue. En ese momento, la Era de la Ley llegó a su fin y la humanidad entró en la Era de la Gracia.
La obra de Jesús se hizo de acuerdo con las necesidades del hombre en esa era. Su tarea consistía en redimir a la humanidad, perdonarlos por sus pecados, por lo que todo Su carácter fue uno de humildad, paciencia, amor, piedad, tolerancia, misericordia y amorosa bondad. Él bendijo profusamente a la humanidad y les trajo gracia en abundancia, así como toda clase de cosas para su gozo: paz y felicidad, la tolerancia y el amor de Jesús, Su misericordia y bondad. En aquellos días, todo lo que el hombre encontró fue cosas en abundancia para disfrutar: su corazón estaba en paz y tranquilo, su espíritu consolado, y estaba sustentado por el Salvador Jesús. Que la humanidad pudiese obtener estas cosas fue una consecuencia de la era en la que vivió. En la Era de la Gracia el hombre fue corrompido por Satanás, por lo que la obra de redimir a toda la humanidad requirió gracia en abundancia, tolerancia y paciencia infinita, y aún más, una ofrenda adecuada para expiar los pecados de la humanidad. Lo que la gente vio en la Era de la Gracia fue simplemente Mi ofrenda por los pecados de la humanidad: Jesús. Y sólo sabían que Dios podía ser misericordioso y paciente, sólo vieron la misericordia y la amorosa bondad de Jesús. Esto fue así porque vivían en la Era de la Gracia. Así que antes de que pudieran ser redimidos, tuvieron que gozar de abundante gracia dada por Jesús; sólo esto fue beneficioso para ellos. De esta manera, ellos podrían ser perdonados de sus pecados mediante su gozo de la gracia, y podrían tener la oportunidad de ser redimidos por medio del gozo de la tolerancia y paciencia de Jesús. Sólo a través de la tolerancia y paciencia de Jesús fueron ellos capaces de recibir el perdón y de gozar de la abundancia de la gracia otorgada por Jesús, del mismo modo que Jesús dijo: “Yo no he venido para redimir a los justos sino a los pecadores, permitiendo que sus pecados sean perdonados”. Si Jesús hubiese sido encarnado con un carácter de juzgar, maldecir, y ser intolerante ante los delitos del hombre, entonces el hombre nunca hubiera tenido la oportunidad de ser redimido, y habría permanecido para siempre en el pecado; por lo que el plan de gestión de seis mil años no hubiese progresado más allá de la Era de la Ley. La Era de la Ley se habría prolongado durante seis mil años, los pecados del hombre se habrían incrementado en mayor número y gravedad, y la creación de la humanidad hubiese sido en vano. Los hombres sólo hubiesen podido servir a Jehová bajo la ley, pero sus pecados hubiesen superado los de los primeros seres humanos que fueron creados. Cuanto más Jesús amaba a la humanidad, le perdonaba sus pecados y le otorgaba suficiente misericordia y amorosa bondad, mayor era la posibilidad de la humanidad de ser salvada, y ser llamada los corderos perdidos que Jesús recuperó a un precio muy alto. Satanás no pudo entrometerse en esta obra, porque Jesús trató a Sus seguidores como una madre amorosa trata a un bebé en sus brazos. No se enojó con ellos ni los despreció, sino que más bien estuvo lleno de consuelo; nunca se puso furioso entre ellos, sino que toleró sus pecados y se hizo la vista gorda ante su necedad e ignorancia, de tal manera que Él dijo, “Perdonad a otros setenta veces siete”. Así fue que Su corazón reformó los corazones de los demás, y de esta manera fue que las personas recibieron el perdón a través de Su tolerancia.
Aunque Jesús, siendo Dios encarnado, no poseía ninguna clase de emoción, Él siempre consoló a Sus discípulos, proveyó para ellos, los ayudó y los mantuvo. Sin importar la cantidad de trabajo que hiciera o la cantidad de sufrimiento que soportaba, Él nunca hizo demandas excesivas a las personas, sino que siempre fue paciente y tolerante frente a sus pecados, de manera tal que en la Era de la Gracia Él fuera conocido cariñosamente como “el amado Salvador Jesús”. Para la gente de esa época —para todas las personas— lo que Jesús tenía y era, era misericordia y amorosa bondad. Nunca se acordaba de las transgresiones de la gente o dejaba que esas transgresiones afectaran la manera en que Él los trataba. Porque aquella fue una época diferente, Él con frecuencia derramaba abundante comida y bebida sobre la gente para que pudieran comer hasta saciarse. Él trataba a todos Sus seguidores con bondad, sanando a los enfermos, expulsando a los demonios, resucitando a los muertos. Con el fin de que las personas creyeran en Él y vieran que todo lo que Él hacía era hecho con devoción y sinceridad, llegó al punto de resucitar un cadáver en descomposición, para mostrarles que en Sus manos hasta los muertos podrían volver a la vida. De esta manera Él soportó en silencio entre ellos y realizó Su obra redentora. Incluso antes de ser clavado en la cruz, Jesús ya había llevado los pecados de la humanidad y ya se había convertido en ofrenda por los pecados de la humanidad. Ya Él había abierto el camino hacia la cruz para redimir a la humanidad mucho antes de ser crucificado. Finalmente fue clavado en la cruz, se sacrificó por el bien de la cruz, y ha derramado toda Su misericordia, amorosa bondad y santidad sobre la humanidad. Él persistió en tolerar a la gente, nunca buscando la venganza, sino perdonándolos por sus pecados, exhortándolos al arrepentimiento, y enseñándoles a tener paciencia, tolerancia y amor, para que siguieran Sus pasos y se sacrificaran por causa de la cruz. Su amor por Sus hermanos y hermanas superaba a Su amor por María. Lo más importante de Su obra fue sanar a la gente y expulsar sus demonios, todo por el bien de Su redención. No importara a dónde fuera, siempre trató con bondad a todos los que le siguieron. Él hizo ricos a los pobres, hizo caminar a los paralíticos, hizo que los ciegos vieran, que los sordos oyeran; Él incluso invitaba a los más humildes y desposeídos, a los pecadores, a comer con Él; no los evitaba, pero siempre con paciencia, inclusive les decía: “Cuando un pastor pierde una oveja de cien, dejará atrás a las noventa y nueve para ir a buscar a la oveja perdida, y cuando la encuentre se regocijará en gran medida”. Él amaba a Sus seguidores como una oveja ama sus corderos. A pesar de que eran necios e ignorantes, e incluso eran pecadores ante Sus ojos, y aún más eran escoria para la sociedad, Él veía a estos pecadores —a quienes otros despreciaban— como la niña de Sus ojos. Porque Él los favoreció, dio Su vida por ellos, y como un cordero fue ofrecido en el altar. Él caminó entre ellos como su sirviente, permitiendo que ellos abusaran de Él y lo mataran, sometiéndose a ellos incondicionalmente. Para Sus seguidores Él fue el amado Salvador Jesús, pero para los fariseos que sermoneaban a la gente desde un alto pedestal, Él no mostró misericordia y bondad, sino por el contario, los aborrecía y detestaba. Él no hizo mucho trabajo entre los fariseos, sólo ocasionalmente les daba sermones y los reprendía; no los redimió, ni realizó señales ni prodigios en su presencia. Reservó Su misericordia y amorosa bondad para Sus seguidores, soportando por el bien de esos pecadores hasta el mero final cuando fue clavado en la cruz, soportando toda clase de humillaciones, hasta que hubo redimido a toda la humanidad por completo. Esta fue la suma total de Su obra.
Sin la redención de Jesús, la humanidad hubiese vivido para siempre en el pecado, y se hubiesen convertido en los hijos del pecado, los descendientes de los demonios. Si esto hubiese continuado, Satanás habría establecido su residencia en la tierra, y toda la tierra se hubiera convertido en su morada. Pero la obra redentora requirió de misericordia y amorosa bondad hacia la humanidad; sólo a través de ello es que la humanidad pudo recibir el perdón y al final estar calificada para ser completada y totalmente ganada. Sin esta etapa de la obra, el plan de gestión de seis mil años no hubiese sido posible que progresara. Si Jesús no hubiera sido crucificado, si sólo hubiese sanado a la gente y exorcizado sus demonios, entonces las personas no hubiesen sido completamente perdonadas de sus pecados. Los tres años y medio que Jesús hizo Su obra sobre la tierra, sólo completó la mitad de Su obra redentora; luego, al ser clavado en la cruz y convertirse a semejanza de la carne del pecado, al ser entregado al maligno, Él completó la obra de la crucifixión y adquirió el control del destino de la humanidad. Sólo después de haber sido entregado a las manos de Satanás, es cuando la humanidad fue redimida. Durante treinta y tres años y medio que Él padeció en la tierra, fue ridiculizado, calumniado, y abandonado, incluso fue dejado sin un lugar donde reclinar Su cabeza, sin lugar de descanso; luego, fue crucificado, todo Su ser —un cuerpo inmaculado e inocente— fue clavado en la cruz, y fue sometido a toda clase de sufrimiento. Los que estaban en el poder se burlaban de Él y lo azotaron, y hasta los soldados escupieron a Su rostro; mas Él permaneció en silencio y soportó hasta el final, sometiéndose incondicionalmente hasta el punto de morir, con lo cual redimió a toda la humanidad y por consiguiente se le permitió descansar. La obra de Jesús representa solamente la Era de la Gracia; no representa la Era de la Ley y no es un sustituto de la obra de los últimos días. Esta es la esencia de la obra de Jesús en la Era de la Gracia, la segunda era de la humanidad —la Era de la Redención—.
Relámpago Oriental | La Iglesia de Dios Todopoderoso surgió en China por la obra de la segunda venida del Señor Jesús, el Cristo de los últimos días, “Dios Todopoderoso”, y no es establecida por ninguna persona. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Después de leer la palabra de Dios, verás que Dios ha aparecido.

La sexta declaración

                                


   En los asuntos del espíritu, debes ser delicadamente sensible; a Mis palabras debes ser cuidadosamente atento. Debes buscar el estado en el cual veas Mi Espíritu y Mi cuerpo carnal, Mis palabras y Mi cuerpo carnal, como un todo indivisible, de tal manera que toda la humanidad sea capaz de satisfacerme en Mi presencia. He caminado por el universo con Mis pies, expandiendo Mi mirada sobre su completa extensión, y he andado en medio de toda la humanidad, probando los sabores dulces, agrios, amargos y picantes de la experiencia humana, pero el hombre nunca me ha reconocido verdaderamente, ni tampoco me ha notado cuando caminaba extensamente. Porque estuve en silencio y no realicé ninguna proeza sobrenatural; debido a esto nadie me vio realmente. Las cosas no son ahora como solían ser: Voy a hacer cosas que, desde el comienzo de la creación, el mundo no ha visto jamás. Voy a expresar palabras que, durante todas las eras, los hombres nunca han oído, porque pido que toda la humanidad venga a conocerme en la carne. Estos son pasos en Mi gestión, acerca de los cuales la humanidad no posee la más mínima noción. Incluso, cuando hablo de estos abiertamente, el hombre está todavía tan confundido en su mente que es imposible explicárselos detalladamente. Es aquí donde yace la desdichada bajeza del hombre, ¿no es así? Esto es precisamente lo que deseo remediar en él, ¿no es así? Todos estos años no he hecho ningún trabajo sobre el hombre; todos estos años, incluso aquellos quienes estuvieron en contacto directo con Mi cuerpo encarnado, nunca escucharon la voz procedente directamente de Mi divinidad. Así que, es inevitable que los seres humanos estén faltos de conocimiento sobre Mí, pero este solo hecho no ha afectado el amor de la humanidad por Mí a través de los tiempos. Ahora, sin embargo, he obrado en vosotros incontables obras milagrosas e insondables, así como he dicho a vosotros muchas palabras. Y aún, incluso bajo condiciones como éstas, muchas personas todavía se oponen a Mí ante Mi cara. Permitidme daros algunos ejemplos:
Diariamente oras a un Dios difuso, tratando de comprender Mis intenciones, de entender el sentido de la vida. Pero cuando Mis palabras bajan, las ves en una forma diferente: Tomas Mis palabras y Mi Espíritu como una entidad indivisible, pero echas al hombre a un lado, pensando que el hombre que Yo soy es sencillamente incapaz de expresar palabras de este tipo, y que, en vez de ello, ellas son el resultado de lo que Mi Espíritu ha descartado. ¿Cómo puedes saber sobre una situación como esta? Crees en Mi palabra hasta cierto punto, pero en cuanto a la carne que Yo pongo en ella, en mayor o menor grado tú consideras tus propias ideas, acerca de las cuales meditas día tras día diciendo: “¿Por qué hace Él las cosas de esa manera? ¿Podrá ser que esto venga de Dios? ¡Imposible! A mi manera de ver, Él es bastante parecido a mí, una persona común y corriente”. De nuevo, ¿cómo puedes explicar una situación como ésta?
En cuanto a lo que he dicho previamente, ¿hay alguno entre vosotros que no esté equipado con esto? ¿Hay alguno que no lo posea? Parecería ser algo que estás sosteniendo como cosa de propiedad personal y todo este tiempo has resistido dejarlo ir. Menos aún has estado dispuesto a continuar un esfuerzo activo; en vez de ello esperas a que Yo sea quien haga el trabajo en persona. A decir verdad, no hay un solo ser humano quien, a no ser que me busque, llegue a conocerme fácilmente. Ciertamente, éstas no son palabras vacías con la que os predico una lección, ya que puedo daros un ejemplo desde un ángulo diferente para vuestra referencia:
Tan pronto como Pedro es mencionado, todo el mundo se llena de elogios, recordando instantáneamente todas esas historias sobre Pedro, cómo negó conocer a Dios tres veces seguidas y, más aún, prestó servicios a Satanás, probando de esta manera a Dios, pero al final fue clavado al revés en la cruz por Su causa, y así sucesivamente. Ahora daré gran importancia a la narración que os haré sobre cómo Pedro llegó a saber de Mí, así como su resultado final. Este hombre, Pedro, era de excelente nivel, pero sus circunstancias eran diferentes a las de Pablo. Sus padres me persiguieron, pertenecían a los demonios poseídos por Satanás, y por esta razón no puede decirse que transmitieron el camino a Pedro. Pedro tenía un ágil ingenio, estaba dotado de una inteligencia innata, y era mimado por sus padres desde su infancia; después de crecer, sin embargo, se convirtió en su enemigo, porque él siempre buscó conocerme y esto lo llevó a darles la espalda. Esto se debió a que, en primer lugar, él creía que los cielos y la tierra y todas las cosas están en las manos del Todopoderoso, y que todas las cosas positivas se originan en Dios y provienen directamente de Él, sin pasar por ningún procesamiento por parte de Satanás. Por el ejemplo contrario de sus padres que servía como complemento, fue capaz de reconocer Mi amor y misericordia más fácilmente, inflamando dentro de sí una pasión aún mayor por buscarme. Prestó especial atención no solo a comer y beber Mi palabra, sino que aún más, a comprender Mis intenciones; y fue constantemente prudente y cauteloso con sus pensamientos, por lo que siempre fue muy astuto en su espíritu y por ende capaz de complacerme en todo lo que hacía. En la vida cotidiana, puso especial atención a integrar en su propia vida[a]las lecciones de aquellos quienes habían fracasado en el pasado con el fin de incentivarse a sí mismo a poner mayor esfuerzo, profundamente atemorizado de que pudiera caer en las redes del fracaso. También puso especial empeño en asimilar la fe y el amor de todos aquellos quienes a través de los tiempos habían amado a Dios. De este modo, no solo en los aspectos negativos, sino mucho más importante, en los aspectos positivos, aceleró el progreso de su crecimiento, hasta que se convirtió, en Mi presencia, en el ser humano que mejor me conoció. Por esta razón, no es difícil imaginar cómo pudo poner todo lo que tenía en Mis manos, dejando de ser dueño de sí mismo, incluso en el comer, vestirse, dormir o dónde se quedaba, e hizo el satisfacerme en todas las cosas, el fundamento en el que él disfrutaba de Mi generosidad. Lo puse a prueba tantas veces que, por supuesto, lo dejó medio muerto, pero aún en medio de estos cientos de pruebas, ni una sola vez perdió la fe en Mí o se sintió desilusionado de Mí. Incluso cuando dije que ya le había echado a un lado, no fue débil de corazón ni cayó en la desesperación, sino que continuó como siempre, cumpliendo con sus principios para hacer realidad su amor por Mí. Cuando le dije que, a pesar de que me amaba, Yo no lo elogiaría, sino que al final lo arrojaría a las manos de Satanás. En medio de estas pruebas, que no llegaron a tocar su carne, sino que fueron pruebas por medio de palabras, él continuó orándome: ¡Oh, Dios! Entre los cielos y la tierra y la miríada de cosas, ¿hay algún hombre, cualquier criatura o cualquier cosa que no esté en Tus manos, en las del Todopoderoso? Cuando desees mostrarme Tu compasión, mi corazón se regocija a causa de Tu misericordia; cuando desees juzgarme, aun cuando indigno pueda ser, siento mucho más aún el misterio profundo de Tus obras, porque estás lleno de autoridad y sabiduría. Aunque mi carne pueda sufrir, estoy reconfortado en mi espíritu; ¿cómo podría yo no ensalzar Tu sabiduría y Tus obras? Incluso si muriese después de llegar a conocerte, siempre estaría listo y dispuesto. ¡Oh, Todopoderoso! ¿Verdad que no es porque ciertamente no desees que yo te vea? ¿Verdad que no es porque yo sea ciertamente indigno de recibir Tu juicio? ¿Es acaso posible que haya algo en mí que no deseas ver? En medio de este tipo de pruebas, a pesar de que Pedro no fue capaz de captar exactamente Mis intenciones, es evidente que él consideraba cuestión de orgullo y gloria personal ser usado por Mí (ya fuera solo para recibir Mi juicio para que la humanidad pudiese ver Mi majestad y Mi ira) y fue de todo menos abatido a causa de haber sido sometido a juicio. Por su lealtad en Mi presencia y debido a Mis bendiciones sobre él, se ha convertido en un ejemplo y un modelo para la humanidad durante miles de años. ¿No es este precisamente el ejemplo que vosotros debéis seguir? En este momento vosotros debéis pensar mucho y tratar de averiguar por qué les he dado tan largo relato de Pedro. Esto os debe servir como un código de conducta.
A pesar de que hay muy pocas personas que me conocen, no por ello voy a ventilar Mi ira sobre la humanidad, porque los seres humanos tienen tantas fallas que les es difícil alcanzar el nivel que pido de ellos. Y por eso he sido indulgente con la humanidad por miles de años hasta el presente día. Pero espero que vosotros, debido a Mi indulgencia, no estéis demasiado listos para ser permisivos con vosotros mismos; vosotros debéis más bien, por medio de Pedro, buscarme y llegar a conocerme y que, a través de todas las historias de Pedro, recibaís revelación de formas sin precedentes para que así podáis llegar a un ámbito que hasta ahora la humanidad no ha alcanzado. A lo largo del universo y las extensiones ilimitadas del firmamento, las innumerables cosas de la creación, la infinidad de cosas en la tierra y la miríada de cosas en el cielo, todas y cada una consagran todas sus fuerzas en pro de la última etapa de Mi trabajo. ¿Verdad que no deseáis seguir siendo espectadores en el banquillo, conducidos de aquí para allá por las fuerzas de Satanás? Satanás está constantemente devorando el conocimiento que los hombres tienen de Mí en sus corazones, y constantemente, mientras muestra sus dientes y desenfunda sus garras, se ha dedicado a los últimos estertores de su lucha con la muerte. ¿Deseáis ser capturados por sus estratagemas engañosas en este momento? ¿Deseáis que, al momento de completarse la última fase de Mi obra, vuestra propia vida sea cortada? ¿Ciertamente no estáis todavía esperando a que Yo muestre Mi indulgencia una vez más? Buscar conocerme es la clave, pero vosotros no debéis dejar de prestar atención a la práctica real. Os estoy revelando conocimientos directamente en Mis palabras, con la esperanza de que vosotros seáis capaces de someteros a Mi guía y dejéis de entreteneros en aspiraciones o diseños propios.
27 de febrero de 1992
Fuente:La sexta declaración
Iglesia de Dios Todopoderoso

Cómo servir en armonía con la voluntad de Dios

                     
Hoy compartiremos principalmente cómo deben servir las personas a Dios en su creencia en Él, qué condiciones deben cumplirse y que deben entender los que sirven a Dios, y qué divergencias existen en vuestro servicio. Deberíais entender todo esto. Son asuntos que afectan vuestra forma de creer en Dios, de caminar por la senda de la dirección del Espíritu Santo, cómo dispone Dios vuestro todo y os permitirán conocer cada paso de Su obra en vosotros. Cuando alcancéis ese punto, apreciaréis qué es la fe en Dios, cómo creer apropiadamente en Él y qué debéis hacer para actuar en armonía con la voluntad de Dios. Esto os hará completa y totalmente obedientes a la obra de Dios, y no tendréis quejas ni juzgaréis o analizaréis, y mucho menos investigaréis. Además, seréis todos capaces de obedecer a Dios hasta le muerte, permitiéndole dirigiros y mataros como a una oveja, de forma que podáis ser todos los Pedros de los años 90, y podáis amar a Dios hasta lo sumo incluso sobre la cruz, sin la más mínima queja. Solo entonces podréis vivir como los Pedros de los años 90.

Los malvados deben ser castigados

Revisar si practicas la justicia en todo lo que haces y si todas tus acciones Dios las observa, son los principios conductuales de los que creen en Dios. Seréis llamados justos porque podéis satisfacer a Dios y porque aceptáis el cuidado y la protección de Dios. A los ojos de Dios, todos los que aceptan el cuidado, la protección y la perfección de Dios y que Él gana, son justos y Dios los ve con estima. Entre más aceptéis las palabras de Dios en el aquí y el ahora, más seréis capaces de recibir y entender la voluntad de Dios y así podréis vivir más las palabras de Dios y satisfacer Sus exigencias. Esta es la comisión que Dios tiene para vosotros y lo que debéis lograr. Si usáis concepciones para medir y delinear a Dios, como si Dios fuera una estatua de barro inmutable, y si delimitáis a Dios dentro de la Biblia y lo encerráis dentro de un limitado campo dónde obrar, entonces esto prueba que habéis condenado a Dios. Porque, en sus corazones, los judíos de la época del Antiguo Testamento fundieron a Dios en el molde de un ídolo, como si a Dios solo se le pudiera llamar Mesías y solo aquel que fuera llamado el Mesías fuera Dios, y porque ellos sirvieron y adoraron a Dios como si Él fuera una estatua de barro (sin vida), clavaron al Jesús de ese tiempo en la cruz, sentenciándolo a muerte, condenando a muerte al Jesús inocente. Dios no había cometido ningún crimen, sin embargo, el hombre no perdonó a Dios y resueltamente lo sentenció a muerte. Así Jesús fue crucificado. El hombre siempre cree que Dios es inmutable y lo define de acuerdo a la Biblia, como si el hombre hubiera penetrado la gestión de Dios, como si todo lo que Dios hace estuviera en las manos del hombre. Las personas son ridículas al extremo, las posee una arrogancia extrema y todas tienen un gusto por la elocuencia rimbombante. Independientemente de qué tan grande sea el conocimiento que tienes de Dios, todavía digo que no conoces a Dios, que no hay nadie que se le oponga más a Dios, y que condenas a Dios porque eres totalmente incapaz de obedecer la obra de Dios y caminar el camino para que Dios te perfeccione. ¿Por qué Dios nunca está satisfecho con las acciones del hombre? Porque el hombre no conoce a Dios, porque tiene tantas ideas y porque, en vez de cumplir con la realidad, todo su conocimiento de Dios está cortado de la misma tela y es rígido e inflexible. Así, habiendo venido a la tierra en la actualidad, una vez más el hombre ha clavado a Dios en la cruz. ¡Humanidad cruel y brutal! La confabulación y la intriga, los empujones entre ellos, la lucha por la reputación y la fortuna, la masacre mutua, ¿cuándo se van a terminar? Dios ha hablado cientos de miles de palabras pero nadie ha entrado en razón. Actúan por el bien de sus familias, hijos e hijas, por sus carreras, porvenires, estatus, vanidad y dinero, por la ropa, la comida y la carne, ¿las acciones de quién son verdaderamente por el bien de Dios? Incluso entre aquellos cuyas acciones son por el bien de Dios, solo hay unos cuantos que conocen a Dios. ¿Cuántos no actúan por el bien de sus propios intereses? ¿Cuántos no oprimen y discriminan a los demás con el propósito de mantener su propio estatus? Así, de manera contundente, Dios ha sido condenado a muerte en innumerables ocasiones; innumerables jueces bárbaros han condenado a Dios y una vez más lo han clavado en la cruz. ¿Cuántos se pueden llamar justos porque en verdad actúan para la gloria de Dios?
Ante Dios, ¿es tan fácil ser perfeccionado en un santo o en una persona justa? Una frase trillada es que “no hay justos sobre esta tierra, los justos no están en este mundo”. Cuando venís delante de Dios, considerad lo que lleváis puesto, considerad cada una de vuestras palabras y acciones, todos vuestros pensamientos e ideas e incluso los sueños que soñáis cada día, todo es para vuestro propio bien. ¿No es este el verdadero estado de las cosas? “Justicia” no quiere decir dar limosna, no quiere decir amar a tu prójimo como a ti mismo y no quiere decir no pelear, discutir, hurtar o robar. Justicia quiere decir tomar la comisión de Dios como tu deber y obedecer las orquestaciones y arreglos de Dios como una vocación enviada del cielo, independientemente del tiempo o el lugar, igual que todo lo que hizo el Señor Jesús. Esta es la verdadera justicia de la que habló Dios. Que a Lot se le pudiera llamar un hombre justo fue porque salvó a dos ángeles que Dios envió sin importarle lo que ganara o perdiera; lo que hizo en ese momento se puede llamar justo, pero a él no se le puede llamar un hombre justo. Fue solo porque Lot había visto a Dios que dio a sus dos hijas a cambio de los ángeles. Pero no todo su comportamiento en el pasado representa la justicia y por eso digo que “no hay justos sobre esta tierra”. Incluso entre aquellos que están en la corriente de la recuperación, ninguno se puede llamar justo. No importa qué tan buenas sean tus acciones, no importa cómo parezcas glorificar el nombre de Dios, si no les pegas a los demás o si no los maldices, o si no los hurtas y los robas, todavía no puedes ser llamado justo porque tales cosas las puede poseer cualquier persona normal. En la actualidad, lo que es clave es que no conoces a Dios. Solo se puede decir que hoy tienes una pequeña humanidad normal, pero estás desprovisto de la justicia de la que Dios habla y por eso nada de lo que hagas es prueba de tu conocimiento de Dios.
Antes, cuando Dios estaba en el cielo, el hombre trató de engañar a Dios con sus acciones; hoy, Dios ha venido entre los hombres, por cuánto tiempo, nadie lo sabe, pero el hombre sigue actuando como siempre ante Dios y trata de burlarse de Él. ¿No es el hombre extremadamente retrasado en su pensamiento? Fue lo mismo con Judas: Antes de que Jesús viniera, Judas les decía mentiras a sus hermanos y hermanas, y después de que Jesús vino no cambió; no tenía el más mínimo conocimiento de Jesús y al final lo traicionó. ¿No fue porque no conocía a Dios? Si hoy todavía no conocéis a Dios, entonces os volveréis un Judas y la tragedia de la crucifixión de Jesús durante la Era de la Gracia, hace miles de años, se volverá a desarrollar. ¿No lo creéis? ¡Es un hecho! En la actualidad, la mayoría de las personas existen en esas circunstancias, puedo estar diciendo esto un poco temprano, y esas personas juegan el papel de Judas. No estoy hablando ligeramente sino de acuerdo a los hechos, y debes creer. Aunque muchas personas pretenden ser humildes, en sus corazones no hay nada sino agua estancada y hedionda. Ahora bien, muchos en la iglesia están así. Pensáis que no sé nada; en la actualidad, Mi Espíritu me guía y da testimonio de Mí. ¿Crees que no sé nada? ¿Crees que no entiendo nada de los pensamientos retorcidos que hay dentro de vuestros corazones ni de las cosas guardadas dentro de vuestros corazones? ¿Se engaña tan fácilmente a Dios? ¿Crees que lo puedes tratar como quieras? En el pasado me preocupaba que estuvierais encadenados y así os seguí dando rienda suelta, pero nadie se dio cuenta que estaba siendo bueno con ellos. Les di una pulgada y tomaron una milla. Pregúntense entre vosotros: No he tratado con casi nadie, y no he sido rápido para reprender a ninguno, pero estoy seguro de los motivos y las concepciones del hombre. ¿Crees que el mismo Dios de quien Dios da testimonio es un necio? Si así es, entonces digo que eres muy ciego. No te voy a censurar y veamos qué tan depravado te vuelves. Veamos si tus trucos te pueden salvar o si hacer tu mejor esfuerzo por amar a Dios te puede salvar. No te voy a condenar hoy; esperemos hasta el tiempo de Dios para ver cómo toma represalias en tu contra. No tengo tiempo para tener una charla ociosa contigo ahora, ni estoy dispuesto a retrasar Mi mayor obra por causa tuya; un gusano como tú no es digno de que Dios ocupe Su tiempo en tratar contigo, así que veamos a qué lugar puedes llegar viviendo disolutamente. Tales personas no buscan tener el menor conocimiento de Dios y no tienen ningún amor por Dios; sin embargo, todavía quieren que Dios los llame justos, ¿no es esto un chiste? Ya que en realidad hay un pequeño número de personas que son honestas, no me ocupo de brindarle al hombre nada sino la vida. Solo voy a completar eso que se debe hacer hoy y después la retribución vendrá sobre cada uno de acuerdo con su comportamiento. He dicho lo que me corresponde decir porque esta es la obra que hago. Hago eso que debo hacer y no hago eso que no debo hacer y aun así espero que paséis más tiempo en reflexión: ¿Exactamente cuánto de tu conocimiento de Dios es verdadero? ¿Eres uno de esos que una vez más han clavado a Dios en la cruz? Por último, digo esto: Ay de aquellos que crucifican a Dios.